El colectivo de inmigrantes que permanece encerrado desde el
viernes por la noche en la parroquia de Santa Catalina Thomàs, que
ya se eleva a 80 personas, manifestó ayer su intención de «llegar
hasta el final» para conseguir que sus reivindicaciones sean
atendidas y no descartan la posibilidad de permanecer encerrados de
forma indefinida e, incluso, de iniciar una huelga de hambre, como
se han planteado los inmigrantes que también protagonizan un
encierro en Eivissa.
Los portavoces designados en asamblea leyeron ayer una
declaración de intenciones en la que denunciaron la difícil
situación en la que viven muchas personas sin papeles en Balears y
mañana reclamarán ser recibidos por la delegada del Gobierno,
Catalina Cirer. «No pedimos ayudas ni limosnas, sino justicia y
dignidad», afirmaron. Además, realizaron una llamada a la Iglesia
de Mallorca «para que se posicione frente a este problema y apoye
las reivindicaciones de los trabajadores sin papeles». Uno de los
portavoces, Ernesto Baletto, advirtió que «esta situación lleva
camino de convertirse en un cóctel molotov que puede estallar, por
eso es urgente que alguien nos dé una solución».
Según la declaración leída por Madiop, senegalés, «los
inmigrantes sin papeles tenemos miedo a la expulsión, padecemos
abusos policiales, discriminaciones encubiertas, ausencia de
atención sanitaria y de educación y falta de viviendas dignas, todo
esto en el llamado primer mundo». «Sabemos que aquí hace falta mano
de obra y nosotros hemos venido para trabajar honradamente, por lo
que la situación que padecemos no es fruto de la casualidad, sino
de una política insensible y meditada y está claro que hay quien se
beneficia de la actual ley», denunciaron. «Los inmigrantes
-añadieron" tenemos claro que el enemigo es el Gobierno y su
política, y no es una guerra entre trabajadores españoles y
extranjeros sin papeles».
Aunque el Govern balear apoya sus reivindicaciones, el colectivo
le reclama que pase de los proyectos a los hechos, «pedimos que se
elabore un plan específico sobre inmigración y que desde Treball se
acabe con la explotación laboral». Los inmigrantes rechazan
cualquier tipo de intermediación, «queremos ser los protagonistas
de esta lucha». El encierro, en el que están presentes inmigrantes
de Senegal, Colombia, Uruguay, Nigeria, Ecuador, Argentina,
Marruecos, Rumanía y Ucrania, entre otros países, ha sido convocado
por la Plataforma per la Convivència y, a menos que hoy se decida
otra cosa, finalizará esta tarde con una gran manifestación. En la
Plataforma están integrados USO, CCOO, STEI y CGT, además de PSM,
EU, Metges del Món, Cáritas, Cruz Roja y asociaciones de
inmigrantes.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.