TW
0

La Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha cuestionado la profesionalidad de un conductor que obligó a bajar de un autobús a un usuario que sólo disponía de billetes para pagar el trayecto. José Antonio Adamuz, director gerente de la EMT en funciones, ha remitido una carta a un usuario que protestó por la actuación de un chófer que se negó a aceptar un billete de 2.000 pesetas al no disponer de cambio. Según admite el director de la EMT, la reacción del chófer «no puede considerarse correcta ni profesional».

En la misiva, la EMT razona que no existe obligación legal que imponga al conductor tener que disponer de cambio para todos los usuarios. A pesar de ello, y según el director de la empresa, los conductores llevan de forma habitual moneda suficiente para poder ofrecer cambio a los clientes del autobús. El incidente que ha obligado a la EMT a disculparse por la actuación del chófer se produjo el pasado mes de abril en la línea que une Cas Català y es Pont d'Inca. El usuario se subió al autobús y, una vez en movimiento, intentó pagar el trayecto con un billete de 2.000 pesetas.

El chófer obligó al usuario a bajarse del autobús y le pidió que solicitase cambio en un bar situado en la calle Aragón. Según la carta de protesta, el chófer prometió al ciudadano que esperaría mientras conseguía el cambio, pero en lugar de hacerlo continuó su camino, lo que obligaba al usuario a esperar durante media hora la llegada de un nuevo autobús. El usuario de la EMT tuvo que caminar hasta su domicilio y escribió una carta de protesta por la actitud del chófer.