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El navarro afincado en Mallorca, Javier Mahillo, ha ejercido como profesor de instituto en Palma y durante tres años, en la Universitat de les Illes Balears. Hace unos tres años se le diagnosticó un cáncer. Sabe que no le quedan muchos días de vida, tal vez sólo seis meses, pero ello no ha impedido a este profesor de filosofía proseguir con fervor su labor como escritor y músico.

Acaba de publicar el libro Filos. Un comando camino de Santiago, en el que se plantean los grandes temas del pensamiento en clave de novela. «Estoy en un intenso proceso creativo, escribiendo seis obras. Pero ahora, lo que me interesa de verdad es animar a las personas que tienen cáncer a que vivan su vida a tope. Lo primero: tratar el dolor. Y decir que cuando te mueras tampoco pasa nada. Después de la muerte hay otra vida. Estoy absolutamente convencido. Esta vida es simplemente el prolegómeno, una vidilla para ir probando que tal somos con nuestros buenos momentos, malos momentos, penas y alegrías. Vivo feliz con un pie en el cielo», asegura. Mahillo está satisfecho con su nueva obra. «Ha sido una gran alegría. Pero parirla también ha acarreado muchos sufrimientos, con quimioterapias, vómitos, etc. Salía de la cama y ya no me acordaba de nada. También tuve buenos momentos al crear los personajes de la nada. Antes de estar en la clínica ya tenía pensado el libro, pero fue allí donde lo desarrollé».

Por otra parte, el libro va dedicado a todas las víctimas de ETA. «Me parece que los terroristas son unos impresentables. Incluso pueda que haya algunos amigos míos. Ya se sabe, en el instituto llevaban pegatinas de Herri Batasuna y supongo que algunos habrán caído en las redes. Pero bueno, espero que se darán cuenta de que es una barbaridad el uso de la violencia en un país que hay democracia y que se puede luchar por unos ideales de otra forma», asegura el catedrático de instituto.