TW
0

Uno de cada 288 niños escolarizados con edades comprendidas entre los tres y los diez años presenta indicios de haber sufrido malos tratos, según los resultados de un programa de detección precoz implantado en los centros educativos de la Isla impulsado por la Conselleria de Benestar Social. De esta forma, según destacó la titular del departamento autonómico, Fernanda Caro, la tasa de detección de casos en los centros educativos duplica a la detectada por los servicios sociales de Protección del Menor, donde los indicios de malos tratos se encuentran en un niño de cada 561.

El programa de detección, financiado por la Conselleria d'Educació i Cultura y el Ministerio de Trabajo y que ha contado con la colaboración de la Universidad de Valencia, consistía en la formación de 373 maestros de las Islas en la detección de síntomas de maltrato en los niños y en la prevención de conductas antisociales y violentas dentro de este colectivo. Una de las conclusiones del trabajo realizado destaca que las zonas de la Isla con mayor incidencia de malos tratos son los barrios del levante y sur de Palma, las comarcas del Plà y la zona de Manacor, aunque las responsables del estudio señalaron que este alto índice «puede deberse a que en estas zonas no existían servicios para derivar los casos de niños maltratados a entidades competentes».

La consellera de Benestar social señaló que el programa ha llegado a 60.000 escolares de las Islas y que las demandas de asesoramiento de los profesores formados se han centrado especialmente en la valoración de los síntomas detectados, en la forma de tratar a niños con actitudes agresivas y en la forma de derivar los casos más graves hacia organismo competentes. Caro, asimismo, señaló que el 75 por ciento de los casos detectados se han derivado hacia servicios sociales externos, principalmente los municipales y Protección de Menores.

En este sentido, la representante de la Universidad de Valencia, Gemma Pons, que se ha encargado de la formación de los profesores, destacó que los casos que llegan a los servicios de protección de menor «son los más graves y no reflejan la realidad del fenómeno del maltrato a este colectivo». La psicóloga de Valencia recordó que hace tres años la derivación de casos de maltrato detectados en las escuelas hacia los servicios sociales «era casi nula», mientras que ahora una gran parte de los casos que estudian provienen de los centros escolares. «Si tuviéramos en cuenta los casos de maltrato emocional y si ampliáramos la franja de edad a estudiar la tasa sería más elevada, aunque hay que destacar que los datos son únicamente una aproximación al problema», aseguró.

La coordinadora del programa en las Islas, Alicia Michelena, que no existe un perfil concreto de familias con presencia de maltrato a sus menores y negó que este problema se centre, especialmente, en familias marginadas y con problemas económicos. «Hay que romper con la imagen extendida de que la violencia contra los menores se da únicamente en familias pobres y marginadas ya que sólo en la mitad de los casos detectados existen problemas económicos en su ámbito familiar y únicamente el 25 por ciento de los casos los progenitores están en situación de desempleo», destacó.