La noticia publicada por este diario sobre la saturación, por un
lado, de Son Dureta y, por otro lado, el cierre de camas en los
hospitales del Govern en junio provocó ayer un gran revuelo en las
altas esferas del Insalud y de la Conselleria de Sanitat,
desembocando en una reunión que tuvo lugar por la tarde para tratar
de dar una solución a esta nueva «guerra de camas». Por la mañana,
el subdirector general de Atención Especializada del Insalud, se
refirió a los contactos mantenidos entre ambas instituciones y la
situación actual de saturación de Son Dureta.
Como responsable de los hospitales del Insalud manifestó que «la
dirección general del Insalud ha entablado contactos con la
consellera. Yo he hablado esta mañana (ayer para el lector) con
ella y desde luego ha quedado claro que tanto el Govern como el
Insalud tenemos un interés común que es la defensa y mejora de la
sanidad pública y que, por tanto, por ambas partes se pondrán los
medios adecuados para poder hacer una mayor utilización cuando sea
preciso de la infraestructura sanitaria de la que dispone el
Govern». Collado reconoció que Son Dureta está prestando la
asistencia sanitaria «con la calidad técnica apropiada y
posiblemente con las condiciones de confort para los pacientes y
los profesionales más óptimas». El subdirector general de Atención
Especializada del Insalud insistió en que la consellera de Sanitat,
Aina Salom, habló ayer por la mañana con el director general del
Insalud, Josep Maria Bonet «y conmigo y, desde luego, no habrá
obstáculos insalvables por parte de ninguna de las dos
instituciones».
En la rueda de prensa posterior al Consell de Govern de los
viernes, el conseller Antoni Garcías se refirió también a este
asunto. En concreto, el portavoz del Ejecutivo autonómico señaló,
respecto al cierre de camas en los hospitales Joan March y General
que «el que pinta es Son Dureta y no nosotros». Al mismo tiempo
expuso que «estamos a disposición del Insalud y no tenemos ningún
problema». La consellera Aina Salom dijo ayer que «siempre ha
habido buena colaboración y un buen entendimiento con el Insalud».
Manifestó que «entre ambas instituciones hay un total consenso para
arreglar no solamente este problema sino todos los problemas desde
la lealtad institucional».
A primera hora de la tarde tenía lugar una reunión entre el
Insalud y la Conselleria de Sanitat a la que no se invitó al
director territorial del Insalud, Javier Rodrigo de Santos.
Participaron el propio Collado, la consellera Aina Salom, la
gerente de Son Dureta, María Ibars, el gerente del Serbasa, Juli
Fuster, y el director de Gesma (empresa pública que gestiona los
hospitales del Govern), José María Carbonero. La reunión concluyó
con un principio de acuerdo por el que los hospitales del Govern
pondrán a disposición de Son Dureta una treintena de camas, que son
las camas que se han tenido que cerrar en el hospital del Insalud
para acometer las obras de la unidad de trasplante de médula ósea.
Queda pendiente decidir quién se hace cargo del coste del personal
de enfermería que suponen esta treintena de camas. Ambas
instituciones tienen problemas de personal de enfermería, agravados
por las vacaciones, y se discute quién correrá con el gasto.
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