El segundo día de huelga del transporte turístico se saldó ayer de
forma satisfactoria en medio de un clima de cansancio generalizado
y con las terminales de los aeropuertos de Son Sant Joan, Maó y
Eivissa saturadas, con cerca de 12.000 pasajeros deambulando. En
Palma, los retrasos medios se fueron acumulando a lo largo de la
tarde de ayer, alcanzando las tres horas, debido a las
restricciones de tráfico de Eurocontrol para evitar el cierre de
Son Sant Joan. Los grupos turísticos califican la situación de
límite y lo único que piden, ante el descontrol existente para
desconvocar la huelga, «es que acabe esto cuanto antes y se depuren
luego responsabilidades, porque lo sucedido hoy (por ayer) no tiene
nombre y dice muy poco de la actitud sindical», indicaban
touroperadores alemanes y británicos. Las mismas fuentes afirmaron
que la huelga había provocado cancelaciones de reservas en Alemania
y el Reino Unido hacia la Isla, «el porcentaje medio alcanza el
20%».
Navegación Aérea, con indicaciones de Eurocontrol, a medida que
se iba mejorando la afluencia de entrada y salidas, fue aumentando
el número de vuelos por hora para descongestionar las plataformas
de estacionamiento y aeronaves, «Son Sant Joan ha vivido un día
récord bajo los efectos de la huelga, pero al final ha solventado
de la mejor manera posible una jornada conflictiva, desconcertante
y que no ha acabado en caos por la gran profesionalidad de los
trabajadores que operan en este aeropuerto», señalaron desde
AENA-Palma. La contratación de taxis por los mayoristas españoles y
extranjeros, un día más, palió la falta de transporte, pero a
diferencia de la jornada del viernes, «ayer las colas para coger un
taxi proliferaron a lo largo de todo el día con una media de espera
de cuatro horas en Palma y de ocho horas en el aeropuerto de
Maó».
Los retrasos medios en los vuelos, que en el caso de Son Sant
Joan alcanzaron puntas de hasta seis horas, fueron incrementándose
a medida que fueron pasando las horas. «Eurocontrol está
descongestionando, poco a poco, todo el tráfico sobre las Islas,
por lo que las compañías aéreas han logrado recuperar en hora parte
de su programación, pero la situación se puede agravar mañana (por
hoy) al no existir servicios mínimos», apuntaron las mismas fuentes
de AENA-Palma.
El hecho de que la propuesta del Govern no fuera aceptada por la
asamblea de trabajadores descolocó a la patronal, sindicatos y al
conseller Eberhard Grosske, que no daba crédito a lo que sucedió
ayer a mediodía en Son Sant Joan, «lo sucedido en la asamblea de
trabajadores demuestra que hay una crisis de representatividad,
dado que el acuerdo alcanzado era bueno. La asamblea ha sido
víctima de la radicalización que se produce en cualquier conflicto,
pero debe recuperarse la representatividad».
Para el presidente del Govern, Francesc Antich, que por la
mañana esperaba un acuerdo que desconvocara la huelga, se habían
implicado en el conflicto como mediadores activos, «dado que el
mismo afecta a la economía de las Islas y se está generando una
situación conflictiva y muy negativa para Balears». La esperanza
del Govern era que se aplicaran los servicios mínimos,
circunstancia que no pudo ser tras decidir la patronal que no
sacaba los autocares de las cocheras al no estar asegurado el
transporte. La delegada de Gobierno, Catalina Cirer, puntualizaba
ayer que «este conflicto no es de orden público, sino laboral. Las
empresas que anuncien que vayan a sacar los autocares, contarán con
la seguridad preceptiva».
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