En este sentido, Benedicto señaló que el comité de huelga se ha
disuelto, a la espera de una asamblea de delegados en CC OO para
abordar la estrategia a seguir en los próximos días. Benedicto
lamentó que «en una asamblea poco democrática muchos compañeros no
hayan permitido escuchar a la mayoría las propuestas del
preacuerdo». Asimismo, tras la reunión, el comité de huelga señaló
que no habrá nuevas negociaciones, y reconoció que ve poco factible
que haya una nueva propuesta de acuerdo por parte de la patronal y
el Govern.
La propuesta lanzada desde el Consolat de la Mar incluye la
mayoría de las demandas de los huelguistas, como así reconoció el
propio Benedicto. En primer lugar fijaba la subida salarial de los
conductores en un 18% en los tres próximos años. El sueldo base del
primer año sería de 160.000 pesetas, una cantidad que llegaría a
173.000 en 2003. Igualmente, el nuevo convenio, de haberse firmado,
permitía la incorporación al mismo de la clase C, que hasta ahora
se encontraba fuera del convenio en «una situación lamentable»,
según indicó Benedicto. Los conductores de autocar, además,
cobrarían un plus por carga y descarga de equipaje que alcanzaría
las 35.000 pesetas el presente año, 38.000 en 2002 y 40.000 en
2003. En cuanto a las horas de trabajo y a las condiciones
laborales, éstas no han sido en ningún momento cuestiones
trascendentales en la negociación. Tanto comité de huelga como
trabajadores se mostraron conformes con la creación de una comisión
que estudie el caso.
Llegado este punto, la clave de la negociación se encuentra en
el rechazo por parte de los huelguistas a la propuesta de horas
extraordinarias. La propuesta lanzada desde el Govern y aceptada
por la patronal incrementó la crispación ya existente desde
primeras horas de la mañana en el aeropuerto de Son Sant Joan. Unos
huelguistas que salvo en las dos asambleas que se celebraron a lo
largo del día, se mantuvieron la mayoría del tiempo en los
piquetes. En la primera asamblea, los huelguistas rechazaron la
primera propuesta lanzada por el Govern a lo largo de la madrugada
que concedía una subida salarial del 16'6% en tres años. En dicha
asamblea, los huelguistas consiguieron el compromiso del comité de
huelga de que no firmaría ningún preacuerdo sin la aprobación de
los trabajadores.
A lo largo de la jornada de ayer se sucedieron momentos de
tensión protagonizados por los piquetes y los efectivos policiales.
La Policía Nacional impidió por la mañana el intento de un grupo de
cincuenta conductores de autobuses discrecionales de bloquear una
de las salidas de automóviles del aeropuerto de Palma. Pasadas las
10:00 horas, efectivos de la Policía Nacional tuvieron que
intervenir con determinación para que algunos trabajadores,
visiblemente tensos, despejaran la citada salida. Los conductores
se quejaron con gritos de la «inactividad», según CC OO, de la
actuación de las fuerzas policiales en relación a la circulación de
algunos coches de alquiler que están transportando a turistas, algo
que según los huelguistas es «ilegal».
La corta subida de las horas extraordinarias, clave del
rechazo
La corta subida del precio de las horas extraordinarias que
contemplaba el preacuerdo es el principal escollo que divide a
huelguistas y patronal. Los huelguistas persisten en su deseo de
que la hora extraordinaria se pague, al menos, al mismo precio que
la hora ordinaria, situada en la actualidad en 1.380 pesetas. La
propuesta lanzada por el Govern, y aceptada en primera instancia
por patronal y comité de huelga, sitúa en 1.100 pesetas las horas
extraordinarias para el presente año. Sin embargo, el preacuerdo
proponía una subida que alcanzara las 1.325 pesetas en el año 2003.
Los huelguistas se muestran muy firmes en este punto e insistieron
radicalmente en el día de ayer en que no se rendirán en su
propósito.
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