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El obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, presidió ayer la misa solemne concelebrada de la fiesta del Santo Cristo de La Sang, ceremonia religiosa celebrada en la iglesia de la Anunciación, en el recinto del Hospital General, .que se llenó de fieles.

«El primer domingo de julio, festividad del Sant Crist, no ha pasado desapercibida por los devotos. Han participado en las misas que se han celebrado y también muchos han venido a visitarle. La imagen fue bajada de su camarín el pasado miércoles y la colocamos alzada cerca del presbiterio. Los actos previos consistieron en un triduo. El pasado jueves y viernes celebramos un ejercicio piadoso denominado la corona y el sábado, el acto de veneración de las cinco llagas».

El prior Antoni Gili recordó que: «Esta fiesta en honor al Sant Crist se viene celebrando desde el siglo XVII, y fue propiciada por su cofradía. Los mallorquines, y sobre todo los palmesanos lo saben y suelen acudir a La Sang, portando cirios y sobre todo muchos centros florales para pedirle o agradecerle favores».

La misa de la tarde de ayer se vio muy concurrida, al igua que la solemne concelebrada que empezó puntualmente. Al acto no asistieron las autoridades, ni ningun representante de las mismas, como era costumbre en los últimos años. Los bancos laterales de La Sang fueron ocupados por los miembros de la cofradía, los sobreposats y por los de la junta rectora de la Asociación de Cofradías de Penitentes de Palma, encabezada por el presidente, Tomás Darder.