Los pasajeros que ayer pasaron por los aeropuerto de Eivissa y Maó
difícilmente podrán olvidar la jornada de ayer. La huelga del
transporte discrecional provocó retrasos que, en el caso de la
capital pitiusa llegaron a las 16 horas.
La situación en Maó comenzó a normalizarse a primeras horas de
la tarde, cuando el único piquete que permanecía activo desistió y
comenzaron a llegar los primeros autobuses a las instalaciones
aeroportuarias.
Atrás han quedado 72 horas de un conflicto que, además de las
pérdidas puramente económicas, ha dejado un reguero de incidentes y
altercados. Eivissa y Menorca tardarán tiempo en olvidar un
conflicto que ha sumido a las islas en un auténtico caos y, además,
ha supuesto un serio perjuicio de cara a su imagen exterior de
estos destinos turísticos.
Los sindicatos de Eivissa calificaron ayer la protesta de «gran
éxito» porque se ha mostrado una gran unidad de acción, se ha hecho
ver las condiciones en las que trabajan los empleados y se ha
constatado su importancia en la estructura turística. La patronal
hotelera, por otro lado, advirtió de la cancelación de reservas por
la huelga.
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