TW
0

La nueva Plaça de ses Columnes ya está nuevamente integrada en el barrio como si toda la vida hubiera estado tan limpia y tan nueva como ahora. Los vecinos, contentos con la imagen que hoy ven desde sus ventanas, llevan a los niños a jugar en la enorme «araña» de cuerdas que se ha instalado sobre un arenero del que también disfrutan los más pequeños con sus cubos y palas, como si fuera la misma playa.

Las personas mayores pueden sentarse en los nuevos bancos a tomar el sol y a mirar las flores o el ir y venir de los caminantes que atraviesan la rotonda. Los problemas de suciedad y de falta de iluminación en el interior de la plaza se han subsanado y con ello «se ha ganado en seguridad», opinan muchos, pues antes la oscuridad propiciaba «las reuniones de gente indeseable que ensuciaba todo, incluso con jeringuillas», explican los vecinos, que siguen reclamando de las instituciones mayor atención y vigilancia para que la recuperación en el barrio sea integral: «Parece mentira que una zona tan céntrica y tan próxima a importantes calles y centros comerciales de Palma, esté tan abandonada...

Si los turistas subieran hasta aquí y vieran la suciedad...», se quejan. Porque su malestar también lo motiva la falta de higiene de aceras y calzadas y dudan de que la plaza dure mucho tiempo «tan guapa y tan limpita» si no hay alguien que vigile para que permanezca así. La nueva plaza de Francesc García Orell fue inaugurada el pasado jueves 3 de mayo tras más de dos años de obra. Dirigida por el arquitecto Federico Climent, la remodelación ha respetado el proyecto original de columnas bajo pérgola, al que se han añadido vegetación, esculturas, bancos y algunos columpios infantiles. Los vecinos, contentos en general con los resultados, disfrutan ahora de la plaza, pero siguen dudando: «Veremos lo que dura, ya veremos».