El estudio informativo del proyecto de desdoblamiento de la
carretera de Manacor, entre Son Ferriol y Montuïri, que prevé la
creación de 10 rotondas y 5 enlaces en un tramo de tan sólo 25
kilómetros ha suscitado la polémica por el abuso en el diseño de
glorietas. Y, sin embargo, Mallorca acumula la experiencia española
más importante sobre rotondas, según destaca el manual «Diseño de
glorietas en carreteras suburbanas». Tras varias decenas
construidas y más de una década de uso, «nadie parece dudar de su
eficacia», dice.
Hace 15 años se empezaron a construir las primeras rotondas en
la Isla. Los ingenieros Joan Torres, ex jefe del Servei de
Carreteres fallecido recientemente; José María González Ortea, ex
jefe del Servei de Carreteres y actual portavoz del PP, y Gabriel
Le Senne, ex director general d'Obres Públiques, introdujeron en la
red viaria de las Islas las intersecciones giratorias. Las primeras
se diseñaron en las proximidades de poblaciones. Eran de las
denominadas de tipo urbano y dieron muy buen resultado, aunque
algunas ya están saturadas.
Entre las primeras que se construyeron figuran la de la Vía
Asima ya saturada, a la entrada al polígono industrial de Son
Castelló, la de la carretera de Sóller (en Palma), en la travesía
de Inca y la rotonda de Santa Ponça, que actualmente se amplía.
Asimismo, en el cruce de las carreteras Inca-Alcúdia y Pollença-sa
Pobla se construyó por primera vez la rotonda en campo abierto. El
resultado fue excelente y a ésta le siguieron decenas más.
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