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Los seguidores del Real Mallorca han celebrado el éxito de su equipo al clasificarse, contra todo pronóstico "lo que valora más el hito" de clasificarse para disputar la Copa de Europa de fútbol. Algún inteligente (¿) comentarista que sugirió el relevo de Luis Aragonés cuando el equipo era colista, acabó reconociendo que el técnico merece el calificativo de «sabio de Hortaleza»... A lo largo de su historia, el Mallorca ha vivido muchos altibajos, desde el pozo de la III División hasta las mieles de la máxima categoría, desde la amenaza de desaparecer, hasta disputar una final de la Recopa.

Hoy voy a recordar un suceso que comenzó con una protesta masiva mallorquinista, a la que concedieron amplio eco en Moscú y que molestó en El Pardo (Stalin y Franco se odiaron siempre). En la temporada 1957/58, el equipo palmesano había realizado una brillante campaña en Tercera y en la liguilla de ascenso a Segunda División le correspondía enfrentarse al Elche ganando por la mínima en Es Fortí. De cara al encuentro de vuelta, en la ciudad ilicitana habían montado un ambiente inusitado, lo que se confirmó en el campo de Altabix. Después de tantos años, sigo reconociendo que al Mallorca le robaron el partido.El árbitro, un poco asustado, fue injustamente decisivo.

La indignación fue general y, casi sin anunciarse, el lunes siguiente se produjo una masiva concentración de aficionados en la Plaza de Cort, ante los locales de la Federación Balear de Fútbol, por ser la representación federativa nacional. Incluso hubo un intento de violencia en una alpargatería del barrio de Santa Catalina que se llamaba "y hoy continúa igual" «Dama de Elche», propiedad de una familia ejemplar y que no entendía nada de fútbol. El Comité de Competición, como era de esperar, desatendió las quejas. Pero dos días más tarde el diario «Pravda» de Moscú insertaba en su primera página una foto a cinco columnas con este titular: «Manifestación en Mallorca contra el régimen del general Franco».