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Marily Coll pasa el fin de semana en su casa de Palma, en cuyo salón me invita a ver el vídeo del desfile de su moda que pasó días atrás su amiga María Teresa Campos en su programa matinal, desfile y, sobre todo, modelos "todos sin excepción ponibles" preciosos, así como sus complementos. «Como verás "nos dijo la diseñadora" sigo en mi línea: elegancia y exclusividad, y encima vendiendo más barato que otros. Pero estoy contenta, pues mis clientas ya no son sólo de Madrid; me vienen desde Alicante, Barcelona, Sevilla y Palma de Mallorca».

Pero Marily, que está guapísima y más joven que nunca, no es noticia sólo por su desfile, «que vamos a ver si sacamos tiempo para presentarlo en Palma, donde me han ofrecido el Solleric y el Castell de Bellver», recuerda, sino porque también diseña uniformes para hoteles, desde el del botones al del conserje, pasando por el de los camareros y camareras, gobernantas, fajines, etc.

"De momento han reclamado mis servicios un hotel de Tenerife y el Conde Duque, de Madrid, a quienes les he hecho unas prendas maravillosas de ropa de acuerdo con la personalidad de cada establecimiento. Como ellas me pedían una falda cómoda y discreta, he hecho una falda-pantalón que no se nota que es pantalón, que le permite hacer cualquier movimiento con toda comodidad». A causa de todo este trabajo, Marily Coll va a estar este verano yendo y viniendo, «porque también tengo varias bodas en las que visto a madrinas y a invitadas, como en la de Figo, que le he hecho el vestido a Mamen, mujer de Raúl».