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FOTOS: D.M.
Los pasajeros fueron las principales víctimas de la avería sufrida el domingo por el catamarán «Iris Jet», de Cape Balear, a cinco millas al sur de Ciutadella. Entre 20 y 25 personas, según la compañía, se vieron obligadas a dormir en el interior del rápido por la falta de plazas hoteleras, una versión en la que en absoluto está de acuerdo el pasaje.

El rápido quedó sin máquinas, con 280 personas a bordo, en mitad del canal, atrapado por una fuerte marejada, y regresó tres cuartos de hora más tarde a puerto a poca velocidad. El pasaje llegó sano y salvo, pero los servicios de urgencia del 061 tuvieron que atender en el muelle a numerosos usuarios con fuertes mareos.

La mayoría de los pasajeros anunciaron ayer su intención de interponer reclamaciones ante la compañía naviera. «Se han esforzado en perder el menor dinero posible y no han hecho nada por nosotros. Ha sido una perfecta desorganización» comentaba una de las personas que se protegía de la lluvia con una bolsa de plástico, mientras que la compañía aseguraba que se pusieron todos los medios para recolocar al pasaje.