Julio es tradicionalmente el mes más seco del año y uno de los más
calurosos en Balears con una media de tan sólo 10 litros por metro
cuadrado y 31 grados de temperatura, respectivamente. El temporal
vivido el domingo y ayer se ha llevado al traste estas medias de
los últimos treinta años y la lluvia recogida sólo el lunes, "desde
los 16 litros de Palma hasta los 116 del Port de la Sabina en
Formentera" supera ampliamente esos 10 litros que «marca» la
tradición en todo el mes.
Como se pone de manifiesto desde el Centro Meteorológico de
Balears «es mucho más que una tormenta de verano» y las
temperaturas, especialmente las máximas, han caído de forma muy
importante durante el lunes pero es que, además, ya descendieron el
domingo. Un descenso de las temperaturas que alcanza los diez
grados en apenas 24 horas.
Como puede apreciarse en el gráfico adjunto los 31 grados que de
media hacen en julio contrastan con las máximas de ayer: 22 grados
en Palma Portopí, 17 en Lluc o 21 en el Port de Pollença, y que
representan un «bajón» respecto al día anterior. «Ha sido un día
atípico ya que las temperaturas máximas se han alcanzado en la
madrugada y las mínimas por la mañana, al contrario de lo que es
habitual», indicaron fuentes del Meteorológico.
Asimismo, ha sido espectacular la acción de los relámpagos «de
una densidad altísima». La intensa lluvia caída durante toda la
mañana y parte de la tarde provocó importantes atascos en Palma
especialmente en las zonas de obras así como colas en los
aparcamientos subterráneos en los que se podía ver el cartel de
«ocupado». Autobuses llenos, atascos de coches, paraguas,
chubasqueros y mangas largas dibujaban ayer una imagen más típica
del invierno que de pleno verano.
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