La exposición reúne especias y hierbas originales del mundo musulmán.

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El Gran Hotel de Palma acoge a partir de mañana la exposición «Les aromes d'al"Andalus», organizada por la Caixa y el legado andalusí. El visitante podrá encontrar en la planta baja del céntrico edificio palmesano varias salas en las que se reproducen edificaciones tan características como un zoco, una mezquita o una vivienda de la época de la dominación musulmana. Se trata, según la comisaria de la exposición, Margarita López Gómez, de recuperar una herencia «etérea e invisible, de sonidos, de olores, de imágenes».

Mediante una serie de paneles explicativos y olfativos el espectador puede apreciar aquellas especias que caracterizaron nuestras ciudades, como el cilantro, el comino, espliego, mostaza, alcanfor, jengibre, pimienta, nuez moscada, cardamomo de Java o el azafrán y hierbas como el hinojo o la alcaravia. En la mezquita pueden olerse el almizcle, la mirra y el ámbar gris mientras que en el mercado se observan las frutas y verduras importadas por los árabes a la Península: la sandía, coliflor, berenjena, naranja amarga (la naranja dulce entró en España en el siglo XVI), limón, etc.

Los perfumes también tienen su correspondiente panel explicativo: polvo de musgo, sándalo, agua de rosas para el verano; agua de manzana aromática para el otoño; azmicle, polvo de clavo, jazmín y agácolo para el invierno y la algalia para la primavera.

La mezquita (al estilo de la de Córdoba) permite apreciar el especial ambiente de este centro religioso. «La gente venía aquí no sólo a rezar, sino a aprender filosofía, mística sufí e incluso se impartía la justicia», recuerda López. La casa nazarí es uno de los principales alicientes de la muestra, con una reproducción del jardín, «una conjunción perfecta del sonido del agua, el perfume de los naranjos y el canto de los grillos», dijo la comisaria.