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JOAN MASCARELL/EFE El presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Balears, José Oliver, y el secretario, Francisco Kirchhofer, presagiaron ayer, a consecuencia de la moratoria urbanística, «un aumento de precios muy importante y especialmente en la vivienda de segunda mano».

«Todavía es pronto para analizar las repercusiones de la moratoria y el futuro Plan Territorial de Mallorca que será más restrictivo de lo que hay ahora pero lo que es seguro es que habrá un incremento de los precios. Si hay menos solares la vivienda se encarece», señalaron. Un aumento de los precios que rondaría el 20-25%, según indicaron y que se sumaría al incremento del 25% que se registró el año anterior. Ayer se supo que el metro construido de la vivienda usada subió entre junio de 2000 y junio de 2001 un 22% en Palma, sólo superada por Logroño.

Reconocieron que ha habido una «bajada de la demanda» pero que «los jóvenes siguen demandando una vivienda pero la quieren pequeña y barata y no la hay». En este aspecto, criticaron al Govern por su «falta de previsión y de planificación» en el sentido de que si se hubiesen habilitado créditos blandos para la rehabilitación de la vivienda se hubiera fomentado la rehabilitación de viviendas para su posterior alquiler y de esta forma reducir los alquileres.