La recién nacida Maya, con su madre, Buba. Foto: TERESA AYUGA

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Ayer por la mañana fueron presentados en sociedad los dos hermanos, ante la vigilante mirada de sus respectivas madres. El nacimiento de estos leones marinos ha sido un verdadero acontecimiento y se han convertido en el centro de atención de las miradas de centenares de visitantes de Marineland. Los cuidadores mostraban orgullosos las crías de león marino, un récord de nacimientos si tenemos en cuenta que suele haber un alumbramiento al año. Por lo tanto, Marineland puede considerarse afortunado por haber recibido el nacimiento de dos crías con tan sólo quince días de diferencia. Mientras las crías jugaban indiferentes ante la mirada expectante de los curiosos, los cuidadores se encargaban de señalar las incidencias de tan extraordinario nacimiento doble.

Maya, el león marino hembra, nació el pasado 1 de julio y su peso fue de cinco kilos, la mitad de lo que suele pesar una cría en el momento del alumbramiento. Debido a su bajo peso y a la negativa de la madre, llamada Buba, de amamantar a la cría, Maya ha sido alimentada por los cuidadores de Marineland con biberones. De ese modo, Maya no siente temor ante el contacto de los humanos y se muestra confiada ante la presencia de espectadores.

Por otra parte, Mandala, hijo de Yogui y cría macho que nació con dos semanas de diferencia respecto a su hermana, nació con un peso y tamaño superiores debido a su alimentación correcta y su sexo masculino. Durante la mañana de ayer se mostró más activo que su hermana, chapoteando junto con el resto de sus compañeros y su madre.

Mientras tanto, Mandala observaba al pie de la piscina, temerosa de tener que lanzarse al agua y buscando la compañía de su cuidador. El padre de Maya y Mandala es un macho de trescientos kilos, Silvester, y único macho reproductor del grupo de nueve hembras y seis machos más. Con la llegada de las dos crías, se incrementa notablemente el número de individuos que Marineland posee de la especie león marino californiano.