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RUIZ COLLADO/JUAN MESTRE
El Govern aseguró ayer que la ocupación hotelera no ha bajado y acusó directamente al Gobierno de Aznar de promover una campaña de imagen contra el sector turístico balear con el objetivo político de perjudicar al Pacte de Progrés. «Somos líderes en el sector turístico y las cifras de ocupación son las mismas que el año pasado», aseguró el portavoz del Ejecutivo, Antoni Garcías, quien también resaltó que llegan al aeropuerto de Balears los mismos pasajeros que la temporada 2000.

El Govern considera que «las cifras de visitantes son las mismas que el año pasado, que fue considerado muy bueno, e incluso se ha producido un 0'2 por ciento de aumento y calculamos que los ingresos turísticos de este año serán de 1'2 billones de pesetas. Esta es la situación real, objetiva, con cifras, de la actual situación turística», analizó Garcías. El Ejecutivo que preside Antich está convencido de que el Gobierno de Aznar «está dispuesto a patrocinar noticias turísticas negativas sobre Balears para deteriorar al Govern. Esto es una irresponsabilidad monumental», acusó el portavoz del Ejecutivo.

El Govern también lamentó la falta de voluntad de algunos miembros de la Federación Hotelera de «mantener contactos con el conseller Alomar. Ha quedado muy claro quién no quiere dialogar. Mucho me temo que sean los propios hoteleros los que se tiran piedras sobre su propio tejado al dar informaciones incorrectas sobre la ocupación hotelera». El secretario de Estado de Turismo, Juan Costa, puesto al corriente de estas declaraciones se mostró sorprendido e insistió en expresar su interés y voluntad «en trabajar conjuntamente, porque lo que hay que hacer es sacar el turismo del debate político».

«Yo no tengo ningún interés en utilizar la política turística como un instrumento de enfrentamiento institucional, sino todo lo contrario», recalcó Costa. Confesó que «habría preferido tener una valoración por parte del Ejecutivo balear un poco más respetuosa con mi visita, porque yo no he manifestado nada en contra del Govern desde un punto de vista partidista. Sin embargo, hay que precisar que una cosa distinta es que la administración turística del Estado ya haya manifestado que no apoya ciertas políticas del Govern, igual que éste no apoya otras políticas del Gobierno en materia de horarios comerciales o en otra cuestiones». Pero reiteró que «una cosa es la relación institucional, la necesidad de cooperar conjuntamente y solventar diferencias desde el punto de vista competencial o jurídico, y otra muy distinta es que el Govern debería intentar sacar del debate la política turística. Aunque debemos sumar, no restar, me da la impresión de que de esta manera puede ser relativamente complejo y difícil».