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El Consell Agrari Interinsular se reunió ayer en una sesión extraordinaria para analizar la situación por la que atraviesa el sector de los frutos secos y valorar, de forma satisfactoria, la reunión mantenida en Bruselas por los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE), en la cual se reconoció, por primera vez, la importancia y el valor social y medioambiental de este sector. A pesar de que el Consell Agrari ha mostrado su satisfacción por la decisión de la UE, también acordó exigir, tal y como explicó ayer el conseller d'Agricultura del Govern, Mateu Morro, «el establecimiento de un régimen de ayudas estable que garantice el mantenimiento y la mejora de los cultivos de frutos secos y algarrobas».

También pretenden pedir a la Comisión Europea que presente, «con carácter de urgencia, su propuesta de apoyo a los productores de los frutos secos con efectos del 16 de junio de 2001, y una dotación financiera que represente, como mínimo, el mantenimiento de las ayudas de 1990 actualizadas». El sector de los frutos secos ocupa zonas de secano con escasos recursos hídricos y sus principales cultivos en las islas son la almendra y la algarroba, que ocupan una superficie aproximada de 75.000 hectáreas, de las cuales unas 60.000 corresponden al cultivo de la almendra y otras 15.000 a la algarroba.

El conseller destacó la gran importancia «medio ambiental que los frutos secos tienen para las islas» afirmando que son necesarios para evitar la erosión y la degradación del suelo y además tienen un gran interés paisajístico. Más del 80 por ciento de la producción de almendra en Balears está sometida a planes de mejora, programas de actuación que reciben importantes subvenciones de la UE y el Ministerio de Agricultura y Pesca (MAPA), ayudas que superan los 1.300 millones de pesetas anuales.

En Balears existen actualmente, tal y como explicó Mateu Morro, 8 planes de mejora, cuya vigencia, diseñada por un plazo de 10 años, y prorrogada hasta el 2001, acabó el pasado día 15 de junio. «Por ello no debemos esperar a que se enfrien las negociaciones y creemos importante exigir la llegada de nuevas ayudas para el sector», dijo Morro. Desde el Consell Agrari se reconoció que la desaparición de planes de mejora «daría como resultado la imposibilidad de competir con terceros países, con costes de producción muy inferiores», tal y como reflejaron en el acuerdo alcanzado ayer.