Tenemos boda a la vista. Se casan Maria Salleras, hasta hace poco directora de Cáritas y miembro del Institut de Missioneres Seglars, y Gabriel Pérez, párroco de Galilea hasta el pasado domingo, en que se despidió de sus feligreses, y ex delegado diocesano de Acción Social, departamento en el que trabajaron conjuntamente.
La boda será a principios del mes de agosto, en un juzgado de Palma. La noticia ha causado honda conmoción en la Iglesia de Mallorca, donde ambos son muy conocidos por las funciones de responsabilidad que han desempeñado y ha afectado especialmente al obispo, don Teodoro, ya que tanto Biel Pérez como Maria Salleras gozaban de toda su confianza.
Pese al posible escándalo, han querido dar este paso. Por amor a la Iglesia de Mallorca, afirman, han preferido actuar con honradez, dar la cara y no esconder su relación sentimental. Ya han sido sustituidos en sus respectivas funciones. El nuevo director de Cáritas es Antoni Garau, mientras que Ramon Serra se ha hecho cargo de las parroquias de Galilea y es Capdellà. Lo importante es que sean felices y que esta opción personal no les desvincule por completo, si es posible, de la ayuda a los colectivos más necesitados, que tan bien conocen.
Por cierto, hablando de alemanes, uno ilustre, Boris Becker, y su ex esposa, Bárbara, en compañía de sus hijos, abandonaron ayer Mallorca. Parece que han limado asperezas, por lo que la reconciliación es un hecho. Me cuenta alguien que parece que lo sabe que, huyendo de los fotógrafos, cambiaron el paraíso de la reserva de Regana por el no menos paradisíaco hotel Palace, de Platja de Muro, donde el pasado sábado Juan José Hidalgo celebró su 60 cumpleaños, en una fiesta sorpresa que le organizaron su esposa e hijos. Creo que ahí pasaron tan desapercibidos que no los vio ni el director.
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