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Quién no ha cogido alguna vez en su vida conchas a orillas del mar? Seguramente todo el mundo se ha agachado alguna vez con aquello de: «¡Mira qué bonita es esta concha!» y lo más probable, es que, finalmente, muchos se la lleven en el equipaje como «souvenir» de Mallorca. Aunque, a juicio de los aficionados a esta actividad, son muchas las utilidades que se les puede dar. Aunque habría que saber, también, si puede llegar a ser perjudicial para el medio ambiente. Carmen, jefa de prensa de la Conselleria de Medi Ambient, confiesa: «¡Hombre, si coges las conchas que están a las orillas del mar, no creo que suponga ningún daño ecológico, otra cosa sería cogerlas de dentro del mar. Lo que está en la arena no son seres vivos, sino restos que arrastra el mar».

Al parecer, y según nos comentó la propia Carmen, lo que está pasando es que cada vez se ven menos conchas en las orillas porque la pradera de posidonia se está degradando, y ¿qué es eso? Pues un ecosistema donde habitan distintos tipos de peces, algas y conchas marinas; posidonia es lo que vulgarmente denominamos alga, una especie de hojas largas y finas que se encuentran en el fondo del mar. Lo que le ocurre a esta «pradera» es que se está viendo deteriorada por la actividad humana, pero este tipo de actividad no tiene nada que ver con la recogida de conchas a las orillas del mar.

En la playa de Ciutat Jardí de Palma Ultima Hora quiso saber algo más de esta actividad. Pitela es una mallorquina que acude prácticamente a diario a la playa porque le encanta el mar y «ya de paso cojo unas conchitas», "explica". «Tengo en casa, a la entrada de la cocina, dos tarros grandes llenos de conchas y ahora estoy preparando otro, ¡quedan muy monos!».

Por su parte, Juan Ramón aprovecha su mes de vacaciones en Mallorca, aparte de para disfrutar de la playa, para recoger conchas que le servirán para hacer una lámpara. «Me gustan mucho las manualidades y las conchas de mar son elementos muy decorativos». Carlos y Christian aprovechan su tiempo libre dando un paseo por la orilla y también recogen las conchas que más les gustan. Y finalmente, están los hermanos Toni y Angi, dos pequeños muy simpáticos que juegan en la arena y ¡por supuesto las conchas son elementos fundamentales! Todos ellos coincidieron en afirmar que no están dañando el medio ambiente por cuanto estas conchas son las que arroja el mar.