(EIVISSA)
Los hermanos Costa, uno en representación del Consell d'Eivissa y
otro del Govern, demostraron ayer con sus discursos, realizados con
motivo del Dia de la Terra, que las relaciones entre el Estado y
Balears no están en su mejor momento. Pilar y Josep Maria Costa
reclamaron a Madrid que desarrolle el REB y que no se entrometa en
las decisiones del Govern. Los discursos institucionales ofrecidos
ayer por la presidenta del Consell pitiuso, Pilar Costa, y por el
conseller d'Interior del Govern balear, Josep Maria Costa, con
motivo del Dia de la Terra no dejaron indiferentes a nadie.
Ante la reproducción de la tumba del conquistador Guillem de
Montgrí, los dos hermanos, uno en representación de la institución
insular y el otro del Govern, expresaron sus quejas y
reivindicaciones por la actitud del Gobierno central en asuntos que
afectan al desarrollo competencial autonómico y a la ausencia de
medidas para paliar la insularidad. Los Costa aprovecharon el eco
del momento para exponer las medidas desplegadas durante el último
año por ambas instituciones para «contener» el crecimiento
urbanístico y salvaguardar el «patrimonio natural» de las
Pitiüses.
Fueron dos discursos que pasarán a la historia por la dureza de
las exposiciones: «Nos gustaría -dijo Pilar Costa- que el mismo
celo constitucional que el Gobierno del Estado demuestra en
relación a las normas aprobadas por el Parlament, lo demostrase
también a la hora de cumplir el artículo 138 de la Constitución,
donde se establece que el Estado deberá atender las circunstancias
del hecho insular. Y la mejor manera de atender este precepto
constitucional es el inmediato y total cumplimiento del Régimen
Especial de Balears (REB)». Josep Maria Costa recordó que el Estado
ha puesto trabas para el desarrolló de la Ley de Consell Insulars,
al presentar un recurso de inconstitucionalidad contra una norma
que pretende descentralizar el poder.
También hizo un repaso de otras decisiones del Govern (Plan de
Ordenación de los Recursos Naturales de Cala d'Hort, medidas
cautelares) encaminadas a «frenar la presión urbanística». El
conseller recalcó que el futuro de las Islas lo han de decidir los
propios baleares,y se sirvió de un verso del poeta ibicenco Marià
Villangómez para reforzar el carácter reivindicativo de esas
palabras: «Voler l'impossible ens cal,/ i no que mori el
desig».
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