La tercera edición de la fiesta Panxa Roja, organizada por el Ajuntament y el Col·lectiu de Joves Campaners, congregó anteanoche a cerca de 2.000 personas en las calles del centro del pueblo. Un año más, la diversión fue protagonista junto con la tradición, manifestada en el relevo de los quintos nacidos en 1983 con los de 1984. El evento nocturno fue programado en el marco de las fiestas patronales de la Mare de Déu d'Agost y dio comienzo con el pregón de fiestas pronunciado por el futbolista campaner Jaume Vidal Vermell.
Seguidamente, tuvo lugar la cena, una torrada en la calle Major, paso previo al inicio de la Festa Panxa Roja. La primera prueba consistió en tirar de la cuerda. Los quintos de 1984 ganaron y, acto seguido, se dirigieron al pal ensabonat para conseguir el pañuelo rojo para poder cantar Sales el próximo año. Al primer intento, Sebastià Sagreres lo cogió y los jóvenes desataron su entusiasmo en la plaza compartiéndolo con todos los vecinos.
A continuación, se celebró el concurso de comer sandía. Y por segundo año consecutivo, el ganador absoluto que se llevó el viaje a Menorca para dos personas fue Antoni Gomila, que comió casi dos quilos en un minuto y medio. Otras pruebas de la noche fueron: la Panxada Roja (los jóvenes se tiran de barriga sobre una plataforma deslizante y gana el que más lejos llega); la Panxa Fresca; y una gran fiesta de la espuma convertida en una discoteca de baile.
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