El Consell de Govern tiene previstó aprobar el próximo viernes 31
de agosto el Plan Estratégico de Personas Mayores. Contempla una
inversión superior a los 3.000 millones de pesetas en un plazo de
cuatro años, si bien no contribuirá a paliar la falta de plazas de
asistidos existente en Mallorca al no incluir ninguna residencia
nueva en la Isla. Este plan ha sido elaborado a partir de las
deficiencias detectadas por el estudio encargado hace unos meses
por la Conselleria de Benestar Social a un equipo multidisciplinar,
el cual concluyó que las prestaciones sociales para personas
mayores en Balears son deficitarias.
En concreto, reveló que las carencias más importantes se centran
en los servicios de ayuda a domicilio y los de teleasistencia, que
tan sólo llegan al 2'2% y al 0'4% de la población mayor,
respectivamente, así como en la escasa implantación de los centros
de día, a los que acuden un 0'14% de los ancianos. Por tanto, el
plan dará prioridad a las acciones dirigidas a cubrir estos
carencias sociales, según explicó ayer la directora del Institut
Balear d'Afers Socials, Josefina Santiago, quien, sin embargo,
reconoció que no se resolverá la falta de plazas de asistidos que
existe en Mallorca.
La estrategia diseñada apunta, en primer lugar, a la creación de
servicios, pero también al refuerzo de la red comunitaria a través
de la promoción socio-cultural y a la creación de documentación e
instrumentos técnicos para los trabajadores sociales y familiares
que trabajan directamente con las personas mayores. En ésta última
línea, explicó Santiago, «todo va dirigido a aumentar el porcentaje
de personas que prestan el servicio de ayuda a domicilio y
teleasistencia para llegar a más gente, y lo mismo con los centros
de día y las residencias».
La previsión de residencias contempla la construcción de un
centro para asistidos de carácter público en Menorca y otro en
Eivissa. «Con ellas -consideró la responsable del IBAS- las
necesidades quedarán bastante cubiertas en estas dos islas». No
ocurrirá lo mismo con Mallorca, donde el plan no recoge la
construcción de ninguna residencia nueva en los próximos años.
Josefina Santiago confirmó que en Balears existe un déficit
«importante y estructural» que alcanza las 600 plazas de asistidos
y, añadió, «no se va a poder zanjar en esta legislatura, pues se
requiere una inversión fuerte y permanente». A modo de ejemplo,
explicó que «sólo construir y dotar una residencia de 100 plazas de
asistidos supone un gasto de 1.000 millones, por lo que en Balears
se precisarían 6.000 millones, mantenimientos aparte, y eso no hay
comunidad que lo pueda sufragar».
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