TW
0

El secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, con cifras en la mano, se ha ratificado en su opinión de que Balears está sufriendo una crisis turística, una opinión no compartida por el president del Govern balear, Francesc Antich, que tiene la impresión de que no tenemos ninguna crisis. El jefe del Ejecutivo autonómico pide que se espere a que finalice la temporada y se disponga de todos los datos para hacer una evaluación.

Ciertamente, habrá que esperar al 30 de octubre para hacer la evaluación final, pero hasta ahora los controles parciales no han sido muy satisfactorios. Frente la impresión del presidente Antich de que no hay crisis, los representantes del sector turístico se han cansado de repetir que las cifras no eran buenas. Ahora los datos oficiales de la Administración central les ha dado la razón. Lo difícil es saber por qué el turismo ha descendido en las Islas cuando ha aumentado en el resto del país. Culpar a la ecotasa sería demasiado fácil y erróneo.

Pero no cabe duda de que el pésimo clima existente entre el Govern y la patronal turística, la última huelga de los conductores de autocares, las secuelas negativas de la anterior temporada, ... no han ayudado a mantener el nivel de ocupación hotelera que Balears necesita, aunque ello no signifique que no debamos seguir apostando por la desestacionalización y por mejora cualitativa del turismo que nos visita, pero con prudencia.

Sólo algunos insensatos pueden alegrarse de que hayan venido 248.637 turistas menos en los primeros siete meses del año. Y es que no sólo salen perjudicados los grandes magnates de la hostelería. Hay miles de ciudadanos de economía mucho más modesta que viven directa o indirectamente del turismo y que no se pueden permitir el lujo de que se pierda un cuarto de millón de turistas. Afortunadamente, las previsiones para los próximos meses son más optimistas. Ojalá sea así y se evite una situación que podría tener consecuencias muy negativas para Balears.