TW
0
H. CARTER/J. R. El embajador español en Australia, José Ramón Baranano, aseguró que la esposa de Cristopher Skase, Pixie Skase, puede ser expulsada de las Islas, y por tanto del Estado español, si no prospera el recurso que tiene presentado ante la Audiencia Nacional contra su orden de expulsión, según recogen todas las ediciones de ayer de la prensa australiana.

La esposa del magnate australiano reclamado por la justicia de su país por un fraude de 200.000 millones de pesetas también tiene, al igual que su marido cuando vivía, pendiente una orden de expulsión. De hecho, hace dos años, el Ministerio de Asuntos Exteriores intentó impedir su entrada en España tras un viaje a Londres pero la Audiencia Nacional permitió su entrada argumentando que aún no había decidido sobre su recurso y que tenía que cuidar de su marido, por aquel entonces ya enfermo, lo que impedía su entrega a las autoridades australianas.

Fuentes de la familia de Skase no quisieron comentar las informaciones y se limitaron a señalar que el asunto «está en manos de los abogados». Por su parte, fuentes del Gobierno australiano, también citadas por los periódicos de allí, aseguraron que no existen cargos criminales contra Pixie Skase por lo que, en caso de que prospere la orden de expulsión y que la esposa del magnate viaje hasta el continente, «únicamente se le interrogará y se le dejará libre». En este sentido las mismas fuentes señalaron que la expulsión de Pixie Skase «es un asunto que concierne sólo al Gobierno español y a la propia afectada».

Cabe recordar que el Ministerio del Interior denegó su renovación del permiso de residencia en el año 1997 al encontrar fallos en su declaración de la renta. Esta decisión fue recurrida por la afectada en la Audiencia Nacional lo que le ha permitido seguir viviendo en su casa de sa Coma, en Andratx. En todo caso, y si la Audiencia falla en contra de Pixie Skase, a la australiana todavía le queda el recurso del Tribunal Constitucional. La esposa del magnate fallecido hace unas semanas, al igual que su marido, tiene pasaporte de las Islas Dominicas válido hasta el año 2003 por lo que, si finalmente la expulsan de España, tendría que dirigirse hasta allí.