TW
0

Entre 600 y 1.000 cazadores de Mallorca con pocos recursos económicos podrán disfrutar cada año de su afición a precios más reducidos que en los cotos de caza una vez que esté operativa la finca de Son Albertí, que el Consell Insular de Mallorca ha alquilado como coto de caza. La presidenta del CIM, Maria Antònia Munar, y el responsable del área de Medi Ambient y Natura, Miquel Àngel Borràs, presentaron ayer los pormenores de una iniciativa que ya fue anunciada hace un año y que ha contado con el respaldo de la Oficina de Caza.

La finca de Son Albertí, que según Borràs reune las condiciones idóneas para albergar un espacio de fomento de la gestión cinegética, tiene 600 cuarteradas de superficie y está situada en el extremo sur del municipio de Llucmajor, próximo al núcleo talayótico de Capocorb Vell, entre las posesiones de Son Servereta y ses Pedreres. Los cazadores, según comentó el responsable de Medi Ambient i Natura del CIM, tendrán que apuntarse durante el periodo de inscripción y, posteriormente, los responsables del proyecto realizarán un proceso de selección atendiendo a los méritos, (cursos de formación cinegética, pertenecer a sociedades de cazadores etc..), de los interesados.

Una vez seleccionados los cazadores que podrán acceder a la finca se procederá a realizar un sorteo para otorgar las fechas. El objetivo es que cada día, a partir del 14 de octubre que comienza la temporada de caza menor, pueda disfrutar de la finca un grupo de cinco personas. Borràs aseguró que ya hay cerca de 400 aficionados apuntados y calificó las tarifas que se aplicarán de «populares» ya que, aparte de una cantidad simbólica, los cazadores pagarán por pieza «muchísimo menos que en otros sitios». El responsable de Medi Ambient del CIM destacó, en este sentido, que todo el dinero que se recaude «será reinvertido para mejorar la propia finca».

Los responsables de la idea destacaron que se ha escogido Son Albertí tras estudiar todas las ofertas que han llegado al concurso público que se convocó. El compromiso de alquiler, por el cual el CIM pagará cinco millones de pesetas anuales, tiene una vigencia de cinco años prorrogables otros diez si ambas partes están de acuerdo. En la finca, además de la actividad de la caza, está previsto llevar a cabo diversos cursos de formación en métodos y técnicas de gestión de los recursos cinegéticos dirigidos a aficionados estando previsto el primero de ellos, dirigido a niños de más de 12 años, para los próximos días. Asimismo está previsto celebrar un campamento para niños durante los meses de verano.