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La apertura del curso académico 2001-2002 de la Universitat de les Illes Balears estuvo marcada, un año más, por un fuerte carácter reivindicativo. El acto solemne comenzó pasadas las 12.30 horas en el edificio del Rectorado, pero antes, el rector de la UIB, Llorenç Huguet, cargó contra el proyecto de ley de universidades, del que dijo, «tiene más peligros que ventajas», según opinan todos los rectores españoles, «los cuales nos hemos convertido en las cabezas de turco de las iras ministeriales», lamentó Huguet. La nueva ley supone, según el rector, «un marco legislativo nefasto para la universidad española, que nos remonta a la situación que se tenía en el año 1983».

Más tarde, durante su parlamento en el acto de apertura, el rector lanzó un «ruego» al presidente del Govern sobre la necesidad de mejorar los accesos a la Universitat, algo que ya reclamó al inicio del pasado curso. Huguet aprovechó la ocasión para expresar, también, un agradecimiento, una apuesta y una queja. El agradecimiento fue para la Coral Universitària, que cumple su 25 aniversario; la apuesta se refirió a la formación continuada y la queja, una vez más, a la nueva ley de universidades, sobre la cual mostró su deseo de que «se pueda llegar a pactos políticos antes de su aprobación» y, aprovechando la presencia del conseller d'Educació, Damià Pons, instó «al PSM a hacer valer su pacto europeo con CiU para presionar en este sentido».

Huguet avanzó, también, las principales novedades que trae consigo el nuevo curso, entre las que destacó la puesta en marcha de dos nuevos estudios, los de Filología Inglesa y Fisioterapia, que con una media de 80 alumnos cada uno, permiten que el curso empiece con cerca de 14.000 alumnos matriculados, prácticamente la misma cifra que el curso pasado. Otras de las novedades apuntadas se refirieron a la puesta en marcha, el lunes próximo "día del inicio de las clases", del edificio interfacultativo y el comienzo de la construcción del edificio de los Servicios Científico-Técnicos. Informó sobre la apertura, hoy, de las catorce plicas presentadas al concurso para la rehabilitación del edificio de Can Oleo, que será resuelto el día 5 de octubre, y del inicio, esta misma semana, del movimiento de tierras para el proyecto de recuperación de la Font de la Vila.

También Antich se mostró crítico con la ley de universidades, pero, ante todo, prometió que en el curso académico 2001-2002 «la mejora de los accesos al campus de la Universitat de les Illes Balears será por fin una realidad», y anunció que antes de que acabe el año «se aprobará el concurso para la redacción del proyecto del tranvía que comunicará la ciudad con el campus».

La Lección Inaugural, titulada «Selectividad y Química», corrió a cargo, este año, del doctor Antoni Roig Muntaner, rector honorario de la Universitat. Siguiendo la línea, Roig reivindicó que estudiantes e investigadores emprendan una «búsqueda científico-técnica que sea competitiva al más alto nivel, al nivel de lo que se hace en todo el mundo, no sólo con nosotros mismos», para lo cual, añadió, «es necesario contar con los mejores medios e investigadores» y también «con el apoyo empresarial». El verdadero objetivo, dijo, «debería ser llegar a conseguir un Premio Nobel en Ciencia, pues existe una gran correlación entre el número de premios y el volumen de desarrollo industrial de un país».