J. L. Ruiz Collado03/10/01 0:00
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El Govern balear y el sector turístico empresarial y turístico de las Islas criticó ayer duramente la estrategia de las compañías aéreas españolas, entre ellas Iberia, Air Europa y Spanair, por subir a partir de hoy y en días sucesivos las tarifas aéreas, así como la actitud del Ministerio de Fomento y de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea de subir un 10% las tasas aeroportuarias a partir de enero de 2002. El conseller d'Obres Públiques i Transports, Francesc Quetglas, afirmaba ayer que ambas subidas «no son una buena noticia para las Islas, ya que afecta negativamente a los intereses de los ciudadanos, de ahí que se van a realizar todos los esfuerzos ante la Administración central para incrementar los descuentos para residentes en el transporte aéreo».

Quetglas se sumaba así a la petición realizada por el conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, al ministro de Fomento, Francisco Àlvarez Cascos, de utilizar la vía del Régimen Especial de Balears (REB) para aumentar las subvenciones o arbitrar un sistema de compensaciones, «a parte de esto, tal y como están evolucionando los acontecimientos, es vital que el Estado declare de servicio público las rutas interislas y entre Balears y la Península para garantizar el transporte aéreo a los ciudadanos de las Islas en unos momentos donde las compañías amenazan con reducciones de trayectos, flota y personal».

El sector turístico analizó ayer en la tradicional reunión que mantienen cada martes en el aeropuerto de Palma estas alzas de tasas y tarifas. El gerente de Aviba, Víctor Fernández, afirmaba que cualquier tipo de aumento que afecte al transporte aéreo «siempre es negativo para las Islas, más en unos momentos tan delicados como los que estamos viviendo. La actitud de AENA no tiene justificación alguna y calificamos de desmesurado el alza del 10% de la tasas». El presidente de la patronal aérea AECA, Felipe Navío, anunciaba ayer la sorpresa de todo el sector aeronáutico por la subida de tasas de AENA, «el Ministerio de Fomento debe aplicar una política de contención en vez de aumentar las tasas».