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Las personas con discapacidad mayores de 18 años dispondrán de un centro ocupacional ubicado en el número 103 de la calle Gabriel Carbonell promovido por las Hermanas Franciscanas de la Misericordia. Ayer se puso la primera piedra del centro ocupacional Isla, un edificio que contará con dos plantas y una capacidad para un máximo de cien personas y que cuenta con un presupuesto de 424 millones de pesetas y un plazo de ejecución de 24 meses. Este es el primer centro ocupacional específico y singular que se proyecta construir en Palma. El centro ocupacional es un servicio que proporciona a personas con discapacidad grave que no pueden acceder temporal o definitivamente, a lugares de trabajo ordinario o especiales, una actividad útil y terapéutica que facilite su adaptación personal, la preparación laboral y su convivencia social.

La colocación de la primera piedra contó con la presencia de la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar; las conselleras de Benestar Social del Govern balear y el CIM, Fernanda Caro y Josefina Sintes; el delegado de Benestar Social del Ajuntament de Palma, Antoni Nadal; Miquel Alenyar en representación de sa Nostra. El obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, fue el encargado de bendecir el acto de colocación de la primera piedra. El acto simbólico para colocar la primera piedra contó con la participación de los niños y jóvenes del centro Mater Misercordiae quienes portaban pancartas de apoyo al proyecto.

Tanto la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, como la consellera de Benestar Social del Govern, Fernanda Caro, mostraron su satisfacción por este proyecto. Caro dijo que «es todo un logro el haber conseguido unir a varias instituciones para poder llevar a cabo este proyecto». Por su parte, Maria Antònia Munar destacó la labor desarrollada por los responsables del centro Mater Misericordiae «y especialmente por el trabajo de los padres y madres de personas con discapacidad, por su labor callada pero muy importante».