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El presidente de la Obra Cultural Balear, Antoni Mir, alertó ayer ante la necesidad de elaborar «un gran pacto sobre inmigración» para detener la cuenta atrás de lo que denominó «la bomba demográfica» que supone el hecho de que casi cuatro de cada diez habitantes de Balears hayan nacido fuera del archipiélago, cinco en el caso de las Pitiüses.

Mir desestimó comentar la propuesta de la presidenta del CIM, Maria Antònia Munar, sobre el establecimiento de cupos de inmigración, e instó a «comenzar un proceso de reflexión profundo y realista» y adoptar «medidas efectivas» ante lo que «es un tema de Estado».

Según los datos de un informe demográfico sobre las tendencias poblacionales de los últimos 50 años, elaborado por el politólogo Xavier Mora con datos de 2000, existen en la Comunitat unos 212.000 españoles procedentes de otras regiones (26'6% de la población) y 78.500 extranjeros (el 9'3%), que realmente podrían ser unos 100.000 (12%).

Ante esta situación, Mir apeló al Estatuto de Autonomía, que «dibuja una sociedad cohesionada», para reclamar acciones para la promoción entre los inmigrantes de la lengua y la cultura balear.

Balears, a la cabeza nacional y europea
El informe demográfico sobre las tendencias poblacionales de los últimos 50 años en Balears presentado ayer por la Obra Cultural Balear detalla cómo con los comienzos de la expansión turística, en los años 50, la población balear inició un crecimiento «suave pero continuo» que, entre 1960 y 1980, se tornó en una «eclosión demográfica» (incremento del 50 por ciento) basada en la inmigración desde la Península. En los años 80, el crecimiento se ralentiza y desde 1993, una vez superada la crisis económica, vuelve a producirse una fuerte inmigración, tanto de personas de otras comunidades, como de europeos y de ciudadanos de países del tercer mundo. Esta tendencia se mantuvo durante la década de los 90 hasta llegar a la situación actual, en la que Balears se sitúa a la cabeza de las comunidades españolas en cuanto a población extrajera residente y por delante de la mayoría de los países europeos. El porcentaje registrado sobre la población total de extranjeros y españoles no nacidos en Balears residentes en el archipiélago, según los datos del 2000, (35'9 por ciento), es prácticamente similar en Mallorca (35'2 por ciento), superior al de Menorca (27'2 por ciento), e inferior al de Eivissa (47 por ciento) y Formentera (49'7 por ciento).