Los partidos de la oposición en Cort criticaron ayer con dureza la
subida prevista por EMAYA para 2002. En concreto, criticaron la
subida de la cuota fija de la tarifa de recogida y eliminación de
residuos urbanos, que pasa de 749 pesetas a 784 pesetas, lo que
supone un incremento del 4'57%, y la subida de las cuotas fija y
proporcional de la tarifa del alcantarillado. La fija pasa de 88
pesetas a 110 pesetas, lo que representa un incremento del 25'34% y
la proporcional pasa de 28 pesetas a 35 pesetas.
La oposición también criticó la subida de la tarifa del agua que
tuvo lugar en julio, con un incremento de un 10% y que los
beneficios previstos para 2002, 225 millones de pesetas, se
dediquen al pago de la deuda de EMAYA, cifrada en unos 3.500
millones de pesetas. La regidora del PSIB-PSOE en Cort Rosa Marquès
indicó que Crespo «esconde su incompetencia tras esta subida»,
dijo, y afirmó que todas las barriadas de Palma «pagarán el sistema
de recogida neumática, que sólo beneficia al centro de Palma»,
añadió. El regidor del PSM-EN Gabriel Barceló señaló que a su grupo
le parecía «muy mal» la subida e indicó que la Comisión de Precios
del Govern «no considera justificada la subida del agua que tuvo
lugar en julio», sintetizó.
El regidor de EU-EV Jordi López indicó que si EMAYA prevé
beneficios «no está justificada la subida», dijo, y señaló que uno
de los motivos de su endeudamiento es el sistema de recogida
neumática. El portavoz de UM, Ferran Trujillo, indicó que en EMAYA
«hay una falta absoluta de gestión», sintetizó. Por su parte, la
presidenta de EMAYA, Maria Crespo, indicó que «el aumento de
ingresos servirá para devolver la deuda», señaló y criticó a la
Comisión de Precios «por paralizar las dos últimas subidas en 2000
y 2001, lo que nos ha causado unas pérdidas de 458 millones de
pesetas», resumió.
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