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La comisión parlamentaria que debía aprobar hoy el traspaso de competencias de carreteras a los consells insulars ha sido suspendida de nuevo por tercera ocasión. La razón de esta desconvocatoria está en que los responsables del Consell de Eivissa quieren llegar a un acuerdo con Buades para que el diputado acepte el traspaso de las competencias y Eivissa no se quede toda la legislatura sin gestionar las carreteras.

Sin embargo, la suspensión ha tenido como efecto más inmediato provocar el malestar de Unió Mallorquina, que ya ha visto cómo por tercera vez consecutiva se aplaza el traspaso de una competencia que para los nacionalistas es prioritaria.

La presidenta de UM, Maria Anònia Munar, habló ayer con el president del Govern, Francesc Antich, para pedirle que trate de poner orden y no retrase más el traspaso de competencias. Antich, por su parte, también habló con Buades para tratar de convencerle de que apoye las transferencias.

La suspensión de la comisión prevista para hoy ha molestado especialmente a los nacionalistas ya que la mejora de la red viaria de Mallorca es la prioridad absoluta para el Consell, que tiene previsto destinar a este fin unos 11.000 millones de pesetas el año que viene, parte de ellos con cargo a los presupuestos de la institución insular.

La culpa del retraso en el traspaso de competencias se encuentra en el Consell de Eivissa i Formentera. El conseller verde Joan Buades se abstuvo en la votación celebrada para aceptar el traspaso, por lo que la propuesta no obtuvo la mayoría absoluta suficiente para salir adelante. Tras una negociación con el diputado verde, el Consell de Eivissa convocó un nuevo pleno que se saldó con el mismo resultado.