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JUAN MIGUEL LÓPEZ La nueva terminal de la estación de autobuses de Palma, que enlaza Ciutat con la Part Forana, y también con las líneas ferroviarias, ha provocado diversas y enfrentadas opiniones entre usuarios que diaria o esporádicamente utilizan el autobús como medio de transporte. Si bien la mayoría de los usuarios encuestados ayer por manifiestan cierta satisfacción por la nuevas instalaciones, también existen ciertas críticas a las deficiencias que aún pueden percibirse en las obras «muchas de ellas inacabadas», como así manifestaba ayer un conductor de autobuses que no quiso identificarse.

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Sin embargo, lo que más produce la nueva estación, y dentro de ella, la nueva terminal, es desconocimiento del funcionamiento del nuevo espacio. Usuarios consultados por este rotativo aseguraban que la nueva estación muestra un aspecto moderno, que además «ha unificado las líneas de autobuses para trasladarse a la Part Forana», todo «un acierto que ha mejorado el servicio». Sin embargo, entre los usuarios también se percibe cierto malestar «por las deficiencias evidentes» que presentan las instalaciones, a pesar de haber sido inauguradas por segunda vez.

Algunos usuarios se quejaban ayer de que la nueva terminal carece de cafetería. «Los baños están sin terminar con azulejos sin colocar», señala otro trabajador que tampoco quiso identificarse, quien añade: «Me parece que pies tendría, pero cabeza no, el que ha inaugurado la estación sin tener ningún tipo de información en megafonía». Pese a las críticas que ha provocado entre algunos trabajadores y viajeros, las nuevas instalaciones también han recibido elogios, ya que para numerosos usuarios, a pesar de no contar con información sonora, los paneles indicativos «informan perfectamente al viajero de dónde debe dirigirse para tomar un autobús».