En torno a 400 vecinos de es Coll d'en Rabassa y Can Pastilla se
manifestaron ayer por la noche contra la central eléctrica de Sant
Joan de Déu y la ubicación del gasoducto en la zona de es Carnatge,
en una movilización organizada por la plataforma ciudadana contra
la central. La manifestación, que por espacio aproximado de una
hora interrumpió el tráfico rodado, transcurrió en todo momento de
forma pacífica desde la Plaça de l'Església en es Coll d'en Rabassa
y desde el Colegio Público de Can Pastilla, hasta la puerta de la
propia central eléctrica de Sant Joan de Déu, donde los
manifestantes expresaron de forma ruidosa su repulsa a la
instalación.
Los manifestantes, pertrechados con pancartas, carteles contra
la central, así como con simbólicas mascarillas, aseguraron en la
puerta de la instalación que continuarán con las movilizaciones
para conseguir el desmantelamiento total de la central, según
señaló uno de los portavoces de la plataforma, Bartomeu Roselló,
así como el «cambio de ubicación del gasoducto que la Conselleria
d'Innovació i Tecnologia del Govern de les Illes Balears quiere
instalar en la zona de es Carnatge», en los terrenos que
actualmente ocupa la central de Sant Joan de Déu.
Poco antes de concluir el acto reivindicativo, una portavoz de
la plataforma ciudadana señaló que «seguiremos y seguiremos con las
movilizaciones hasta que consigamos lo que queremos, un futuro
limpio, sano y saludable». Tras la movilización, que contó con una
representación amplia del espectro social de ambas poblaciones, con
presencia de vecinos de todas las edades, la plataforma procedió a
la recogida de firmas contra la ubicación del gasoducto y en favor
del desmantelamiento definitivo de la central de Sant Joan de Déu.
Dentro de sus reivindicaciones, los manifestantes exigieron también
la conversión de la zona de es Carnatge en un parque natural.
Pequeño altercado con la policía
A pesar de que la manifestación contra la central se desarrolló en
todo momento de forma pacífica, a la conclusión de la movilización
hubo un pequeño altercado con la Policía Nacional. Después de que
el responsable policial de la dotación que acompañó a la
manifestación entendiera que ésta había sobrepasado el tiempo
concedido por la Delegación de Gobierno, un agente de la policía
procedió a tomar los datos del portavoz de la Plataforma, Bartomeu
Roselló, al que se le informó que se le aplicará una sanción. Dicha
actuación provocó la indignación de los manifestantes.
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