El Ajuntament de Palma celebró ayer las juntas generales de la
Empresa Funerària Municipal (EFM), la EMT y EMAYA, para aprobar el
aumento de las tarifas, así como el pleno ordinario de octubre y el
pleno extraordinario para aprobar los presupuestos de 2002.
La subida de las tarifas de la EFM y de la EMT fue aprobada con
abstenciones, pero sin votos en contra. La gestión de la EMT,
presidida por Pedro Àlvarez, recibió elogios por parte de la
oposición. La subida de las tarifas de EMAYA fue rechazada por toda
la oposición y suscitó un vivo y brillante debate entre ésta y la
presidenta de la empresa municipal, Maria Crespo. Todos los
partidos de la oposición coincidieron en sus críticas a la gestión
de EMAYA, que fue considerada como «nefasta» y falta de
«transparencia». También consideraron que las subidas de tarifas de
estos últimos años han sido injustificadas y excesivas, y mostraron
sus dudas sobre la viabilidad económica del sistema de recogida
neumática.
En el pleno, el PSIB-PSOE presentó una propuesta en la que pedía
que se ampliase el Centre de Salut Rafal-Vivero, aprovechando la
parte del edificio que ahora se encuentra ocupada por el centro
cultural. Una representación de los vecinos de la zona acudió al
pleno y un portavoz de la Asociación Rafal-Vivero pidió que se
ampliase el centro de salud. El teniente de alcalde de
Infraestructures, José María Rodríguez, indicó que Cort se
compromete a encontrar un lugar adecuado para ubicar el centro
cultural antes de final de año y que entonces cederá la planta
superior del centro de salud a éste para su ampliación.
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