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Los inqueros que viven en Palma honraron ayer a su patrona, Santa Maria la Major, cuya imagen se venera en la iglesia de Santa Catalina de Siena, en el primer altar según se entra a la izquierda.

Se puede decir que la inmensa mayoría de inqueros pertenecientes a asociación Unió d'Inquers a Palma, que el año que viene cumplirá 50 años, se encontraban ayer en el referido templo, asistiendo a la misa que celebró el canónigo Pere Joan Llabrés. Acompañándoles estaba la concejal de Cultura del Ajuntament d'Inca. Por supuesto, el orfeón L'Harpa d'Inca dejó sentir sus bellas voces a lo largo del oficio, culminando su intervención con un magno recital.

Tras el acto religioso, y en el mismo templo "pues alguien pensó que podía llover" los asistentes se tomaron un vino dulce "o dos" acompañado de galletas "d'Inca, naturalmente", almendras y cacahuetes. A primeras horas de la tarde se reunieron a manteles en el Molí des Comte dando cuenta de un arròs brut, seguido, según el gusto de cada uno, de cordero o pollo, con gató amb gelat d'ametla de postre. Pues por muchos años más.