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R. C./S. C./R. L. La mayor parte de las entidades sociales de las Islas habría preferido que la emblemática finca Raixa pasara a manos de una administración pública para garantizar de esta forma su disfrute por parte de los ciudadanos mallorquines. Las personas consultadas no entran a valorar si es bueno a malo que el propietario de la finca sea un ciudadano alemán, pero algunos sí lamentan que este patrimonio de gran riqueza artística pase a manos de un extranjero como consecuencia de la venta.

La diseñadora alemana Jil Sander firmó el pasado viernes una opción de compra por valor de 1.400 millones de pesetas para adquirir la emblemática finca que ordenó construir el cardenal Despuig. El Ministerio de Medio Ambiente ofrecía 1.061 millones de pesetas y el Consell de Mallorca estaba dispuesto a completar esta cantidad con 200 millones adicionales para poder llegar de esta forma a los 1.260 millones de pesetas que solicitaban los actuales propietarios de la finca Raixa.