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Un año más el mercadillo de Es Refugi abre sus puertas hoy. Como antaño, será em el Casal Balaguer, donde a lo largo del día de ayer se colocaron los últimos objetos, libros, muebles y prendas en stands y rincones. Podemos decir que hay de todo, y que en muebles se encontrarán auténticas maravillas. Los beneficios, como ya saben ustedes, son para Es Refugi, que a su cargo tienen dos centros de acogida, Can Gazá y Ca l'Ardiaca, sin subvención de ningún tipo, por tanto necesitan dinero, ya que este año, por aquello de hacer bueno su lema «Ningú en es carrer», se han metido en otras dos actividades, siempre con gente necesitada, sin techo sobre todo. ¿Que qué actividades son ésas?

Una. A raíz de una subvención de 30 millones de pesetas que les concedió el Govern de Matas, y que les va llegando con cuentagotas "unos tres millones por año", con la que han remozado por completo Ca l'Ardiaca, donde han construido "también con ese dinero" una serie de tallers protegits "así se denominan" que abrirán en breves fechas para que en ellos trabaje gente desocupada laboralmente y sin posibilidad de ocuparse a corto plazo, cobrando naturalmente.

Dos. Es Refugi, a traves de Ca l'Ardiaca, ha aceptado la propuesta que le ha hecho la Conselleria de Benestar del CIM, consistente en hacerse cargo de una serie de menores sin techo, inmigrantes y sin familia, en edades comprendidas entre los 15 y los 17 años, llegados desde Marruecos y Rumanía. Ca l'Ardiaca ha habilitado una parte de la casa, con entrada independiente a la que utilizan los sin techo adultos, pues se trata de que entre unos y otros no haya el menor contacto, para que allí, a ser posible ocupados y en cierto modo controlados, esperen su repatriación.

Parece ser que, en principio, serán 12 chicos los que lleguen al caserón del cementerio. Por eso, lo suyo sería que el mercadillo de Es Refugi agotara todas sus existencias. Porque se va a necesitar dinero para estos dos proyectos.