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La Asociación Española de Compañías Aéreas criticó ayer abiertamente en Palma el alza progresiva de las tasas aéreas, calificada por su presidente, Felipe Navío, de auténtica «escalada que repercutirá de manera ineludible sobre los viajeros, dado que los sobrecostes generados por este alza de las tasas de aproximación y seguridad supondrá a las compañías aéreas asociadas en AECA el pago de 1.600 millones de pesetas. Si al final el Gobierno decide aprobar estas tasas, los viajeros de las compañías deberán abonar a través de sus billetes 500 millones por la tasa de aproximación y 350 por el incremento de la tasa aeroportuaria».

Navío denunció la situación de agravio en el que se encuentra el sector aéreo, «no se invierte un duro en el sector aéreo ni se incentiva el desarrollo de las compañías y de los miles de puestos de trabajo que crea. No nos parece bien este olvido permanente del Ejecutivo del PP hacia las compañías, por lo que pedimos al Gobierno que no suba las tarifas aeroportuarias de 2002, al igual que han hecho hasta quince países de la Unión Europea (UE) ante la crítica situación del sector, sobre todo agudizada a raíz de los atentados sobre Estados Unidos del 11 de septiembre. No comprendemos los planteamientos del Gobierno con esta subida de tasas en un momento en que las propias compañías están lanzando ofertas para recuperar cuota de mercado».

Siguió en sus quejas afirmando que en estos momentos, «da la sensación que nos tratan como si fuéramos un sector de privilegiados, como si sólo volara la gente rica cuando, según las estadísticas, el transporte aéreo es empleado por todo tipo de ciudadanos y, además, es un medio de desplazamiento fundamental en el caso de los archipiélagos, que aquí en concreto crea 10.000 puestos de trabajo directos». A raíz del 11-S, añadió que el ejercicio de este año será duro y complicado para algunas compañías, que no lograrán equilibrar su cuenta de resultados y arrastrarán pérdidas».

El presidente de AECA, asimismo, pidió al Govern balear que cree una empresa pública que pueda negociar con AENA la construcción del hangar de mantenimiento de Son Sant Joan, «es la única solución que cabe en estos momentos tras quedar desierto el concurso de AENA».