La plataforma contra la central de Sant Joan de Déu y el GOB denuncian que la zona se ha convertido en un vertedero. FOTO: PERE BOTA

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JUAN MIGUEL LÓPEZ Los portavoces de ambas asociaciones denunciaron que a pesar de que la franja costera, que se encuentra entre Can Pastilla y es Coll d'en Rabassa, cuenta con todas las protecciones derivadas del (PGOU) Plan General de Ordenación Urbana de Palma, de la Ley de Espacios Naturales, y de las DOT (Directrices de Ordenación Territorial) que clasifica el lugar como zona de Àrea de Protección Territorial, es Carnatge sufre en la actualidad un fuerte deterioro por el vertido ilegal de escombros, el ruido provocado por la proximidad del aeropuerto, el semiasfaltado «con alquitrán y gravilla» de caminos para el acceso rodado y la ocupación ilegal de terrenos.

Asimismo, tanto la plataforma como el GOB señalaron que el punto de entrada del futuro gasoducto supone la próxima amenaza para el espacio natural y exigieron su «inmediata recuperación».

La franja costera de es Carnatge es, según el GOB, «una zona verde de notables valores paisajísticos, geológicos, ambientales y de uso público», además de ser «el tramo de costa más grande de Palma que queda sin urbanizar». Y por ello «debe gozar de una protección ambiental y territorial especial», según destacó el portavoz del GOB, Miquel Àngel March. El espacio natural, que es de propiedad municipal y propiedad privada, cuenta en la actualidad con un proyecto del Ministerio de Medio Ambiente, en concreto de la Dirección General de Costas, que prevé la construción de un paseo litoral peatonal y un jardín botánico. La plataforma, por su parte, ha presentado varias alegaciones al proyecto de la Dirección de Costas que le ha prometido total diálogo y transparencia.