El Govern aceptó ayer «con moderada satisfacción» las competencias
de Sanidad, que serán asumidas a partir del día 2 de enero con una
dotación económica, el primer año, de 102.000 millones de pesetas.
El acuerdo de la Comisión Mixta de Transferencias no incluye los
27.000 millones de pesetas de inversiones, que deberán ser
financiadas con la dotación que dispondrá el Govern a partir de
enero. La amenaza de quedar fuera del nuevo modelo de financiación
fueron decisivos para que el Govern aceptase la última oferta de
Madrid. El acuerdo se adoptó en una reunión que contó con la
presencia del ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada.
La delegación balear estaba compuesta por los consellers Joan
Mesquida, Aina Salom y Antoni Garcías, y también asistieron Rosa
Estaràs, Andreu Crespí, Joan Bosco Gomila y Joan Buades, en
representación de los distintos partidos políticos de Balears.
Durante la reunión, la consellera de Sanitat lamentó la postura
del Gobierno central durante la negociación, aunque se mostró
convencida de que el Govern «gestionará mucho mejor la Sanidad».
Durante la reunión de la Comisión Mixta de Transferencias ni
siquiera se debatió el contenido de la propuesta del Gobierno,
negociada durante los últimos meses. El acuerdo alcanzado ayer será
ratificado hoy por el Consejo de Ministros.
Según el pacto alcanzado con el Gobierno central, el Govern
gestionará 17.000 millones más que el presupuesto de que disponía
hasta ahora el Insalud en Balears. En la documentación facilitada a
los miembros del Govern se detallaba, por primera vez, que la
delegación del Insalud en las Islas gestionaba anualmente 87.000
millones de pesetas. Además de disponer de 17.000 millones
adicionales al año, el Govern consiguió ayer el compromiso de
Madrid de pagar todas las facturas pendientes que haya dejado el
Insalud hasta la fecha.
El Ejecutivo cree que los pagos pendientes pueden superar los
1.000 millones, que serán abonados íntegramente por el Ministerio
de Sanidad. «Lo peor de la negociación es que el Gobierno central
no ha querido entrar en el tema de las inversiones pendientes para
reformar Son Dureta, y para poder construir los hospitales en Maó e
Inca. Somos una comunidad con una deuda histórica en cuanto a
infraestructuras de muchos años y esto es lo que pedíamos», planteó
Salom. La consellera de Sanitat recordó que la reforma de Son
Dureta es un tema pendiente de las dos últimas legislaturas, que
finalmente será financiada por el Govern.
Para el conseller de Presidència, Antoni Garcías, la negociación
de las competencias de Sanidad «ha sido atípica, secuestrada por la
enmienda del Senado». No obstante, el titular de Hisenda, Joan
Mesquida, reconoció que la financiación de la Sanidad balear «ha
mejorado en relación al dinero de que disponía el Insalud». Rosa
Estaràs, en representación del PP, calificó el acuerdo de
«histórico» e insistió en que el Govern dispondrá de 17.000
millones más que el Insalud para gestionar la Sanidad balear.
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