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Unas cien personas de Manacor se reunieron ayer en la plaça Ramon Llull para celebrar la tradicional camillada que este año celebra su cuarta edición. El objetivo de esta atípica celebración es potenciar el uso de la camilla, «que está en peligro de extinción», comentaron los organizadores del acto, que se denominan Col·lectiu Camilla Accelerada.

Una camilla, un brasero y juegos de mesa, son los elementos que se necesitan para poder participar en este acto, puesto que la ensaimada y el chocolate a la taza son aportados por los mismos organizadores, que han contado con la colaboración de distintas pastelerías para la elaboración de las ensaimadas.

El colectivo también cuenta con la colaboración de los comerciantes de la zona para poder llevar a cabo una rifa en la que se sortean los regalos que han sido ofrecidos por estas entidades. Camilla Accelerada considera que el uso de la camilla «es una tradición muy mallorquina que se encuentra en todos los hogares».