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L.T. La entrada en vigor del euro no debería coger a nadie inadaptado. A estas alturas de 2001 el largo proceso de adaptación a la nueva moneda europea debe tocar a su fin sin que nadie haya quedado al margen.

A partir de mañana comienza otro proceso, el de transición, que culminará el próximo 28 de febrero, y durante el cual convivirán las dos monedas, peseta y euro. A partir de esa fecha sólo se prodrá utilizar la moneda europea.

Según el «manual de buenas prácticas» en el manejo del euro, cualquier ciudadano puede seguir realizando sus compras en pesetas hasta el 28 de febrero, pero recibirá el cambio de la compra en euros. Sin embargo, durante los primeros días de entrada en vigor de la moneda europea, y sobre todo en la madrugada del día 1 de enero "en plena celebración de la Nochevieja", se hará la vista gorda y se consentirá la devolución del cambio en pesetas. El «manual de buenas prácticas» recomienda también ser escrupulosos con el redondeo para que no suponga una subida de precios, algo que dispararía seriamente la inflación.

Un total de veinte oficinas de ocho entidades bancarias abrirán sus puertas mañana entre las 11.00 y las 14.00 horas para atender a los ciudadanos que necesiten disponer de euros en la primera jornada de su entrada en vigor. Desde el Banco de España se pide tranquilidad para no colapsar las oficinas bancarias y se recuerda que el proceso de transición es lo suficientemente largo como para que no sea necesario cambiar todas las pesetas de golpe. En las oficinas bancarias abiertas para la ocasión sólo se aceptará el cambio de pesetas a euros.

Todos los billetes de pesetas que vayan llegando a los bancos serán de inmediato invalidados por los responables de cada oficina mediante un corte de tijera en una esquina, de tal forma que no se deben aceptar estos billetes en el caso de que vuelvan a circular en la calle: se trataría de billetes robados en un banco y no son válidos. Todos esos billetes mutilados irán a parar al Banco de España para ser convertidos en papel triturado.