Julián y Francisco Morro, junto a las típicas piezas de «espinagades». Foto: A.E.

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Mallorca se prepara para vivir una de las fiestas más populares. La de Sant Antoni de Viana, conocido en la Isla como dels ases o también de los animales. Para celebrar esta festividad se encenderán sendos foguerons en lugares públicos muy estratégicos donde se reunirá la gente para degustar la torrada y las sabrosas espinagades, concretamente en sa Pobla y Muro, donde gozan de gran tradición culinaria y cuyo factor común es el que deben ser ben coentes, que en ese menester tanto poblers como murers tienen buena mano.

Las espinagades admiten dos variantes: la de anguila y la de col. En caso de no caer «simpática» la anguila, se la puede sustituir por gatí. Los ingredientes que intervienen en la confección de la pasta son: un vaso de agua, una taza de manteca de cerdo y la harina floja que tome. El relleno lo componen: anguilas o gatins, un manojo de acelgas, uno de espinacas, un manojo de grells, medio kilo de guisantes, ajo y perejil, aceite, sal, pimienta y pimentón picante. Este pastís tiene también en Palma su público incondicional. Muy pocas son las pastelerías que las ofrezcan estos días, a diferencia de las localidades mencionadas. Por ello Ultima Hora se acercó a la barriada de la Soledat, donde Julián Morro y su hijo Francisco se brindaron a confeccionarlas paso a paso en las variedades de gatí y carne magra.

Julián nos dijo que «en Palma no las conocen tanto como en el norte de la Isla, pero llegado Sant Antoni elaboramos cerca de doscientas piezas para los clientes que las solicitan. El aliño de las verduras en muy importante, aunque nosotros no las «cargamos» de picante. Eso sí, hay que ser generosos con el aceite y las pasas». «Hacerlas de anguilas "afirmó Julián Morro" conlleva mucho trabajo, sobre todo su limpieza y posterior adobo. Por ello y también para complacer gustos personales, las hacemos de mussola o gatí, e incluimos a la receta inicial un poco de alcachofa o unos brotecitos de coliflor.

Con la pasta debe formarse con el rodillo un círculo grande y se disponen en el centro las verduras y pasas. Sobre este lecho se colocan los trozos de pescado doblando los extremos en la mitad, juntándolos, y sobre ésta los dos extremos que han quedado libres. Se pinchan con tenedor bordes y centro y se colocan las piezas sobre placa de horno fina ligeramente untada de aceite. Para las de carne empleamos en nuestro obrador el mismo relleno de verduras, no las hacemos exclusivamente de col, y ponemos sobre éste trozos de carne magra adobada».

En sa Pobla y Muro el relleno de la espinagada de col se elabora a partir de media col blanca, un manojo de grells, 350 gramos de panceta, pasas, aceite, sal, pimienta y pimentón picante. La pieza de espinagada debe cocerse en el horno a una temperatura aproximada de 250 grados. Los precios de las espinagades difieren en su contenido y tamaño. Se pueden adquirir las pequeñas de carne y gatía partir de 5 euros y las grandes a partir de 9 euros. Las de anguila pequeñas alrededor de 6 euros y las grandes, a 11 euros, o sea, 1.830 pesetas.