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LOLA OLMO Los tres años de sequía que han azotado Mallorca hasta las lluvias de este invierno se han dejado notar en la cosecha de aceituna, que ha sido mínima en los municipios de la Serra, como Sóller. La debilidad del árbol, generalmente por falta de cuidados, también ha facilitado la extensión de una plaga, la «caparreta globosa», que acaba con los brotes tiernos de los olivos si no se procede a su poda e immediata quema de las ramas. Como ejemplo, la cooperativa Sant Bartomeu de Sóller ha registrado una producción de aceite mucho menor, «nuestra actividad se ha salvado prácticamente por la aceituna que nos traen de las plantaciones del Pla, como Llubí o Manacor», corrobora Pep Oliver, gerente de la cooperativa de Sóller.

La calidad del aceite de oliva que se ha producido es, sin embargo, muy alta. De hecho, en esta campaña la cooperativa sólo ha producido aceite de oliva extra. Como curiosidad, en la moderna «almazara», totalmente mecanizada, que tienen en sus instalaciones se ha elaborado el aceite que tomarán los invitados en la ceremonia de entrega de los Premios Nobel, el Oli Dauro, de una excelente calidad y que se elaboran con las aceitunas recogidas en olivares de Manacor por la empresa Aubucasa.

El coste de producción de la aceituna este año están entre las 20 y las 40 pesetas el kilo para la procedente del Pla y zonas de Mallorca donde los trabajos están mecanizados; sin embargo, este precio no resulta rentable para un payés de la Serra que, por las dificultades del terreno, no obtiene rentabilidad si no las puede vender a 90-100 pesetas el kilo.

Una apuesta por esta rentabilidad se está centrando en la creación de una Denominación de Origen para el aceite que se elabora en Mallorca, una iniciativa que se está gestando en la conselleria de Agricultura con la participación de los distintos productores de aceite de la Isla. Entre las características que tendrá la futura D.O., ya se ha acordado que su nombre sea «Oli de Mallorca» y que las variedades de aceituna que pueden formar parte de ella son la mallorquina, «picual» y «alberquina».

Faltan jóvenes en el campo
La falta de jóvenes para trabajar en las tareas asociadas a la producción agrícola es un problema al que se enfrenta el sector. Actualmente se pueden cursar estudios de Explotaciones Agrícolas Intensivas en un sólo instituto, el Josep Sureda i Blanes de son Ferriol, y el ciclo cuenta con pocos alumnos.