La Junta General de Jueces de Palma pintó ayer un panorama sombrío
de la Administración de Justicia de Balears y en una de sus
conclusiones pronosticó «un colapso aún mayor» de los tribunales
derivada de la actual recesión económica. Los jueces de distintas
instancias insistieron en que la Justicia «funciona mal» en las
Islas, y reivindicaron «más tiempo» para dictar sentencias y un
aumento de medios humanos y técnicos para agilizar las resoluciones
de las causas que se agolpan en los Juzgados. Un total de 32 jueces
de 45 citados a la junta por el juez decano de Palma, Pere Barceló,
apoyaron la redacción de un acta con las conclusiones que en los
próximos días trasladarán al Consejo General del Poder Judicial
(CGPJ).
Según los cálculos de los miembros de la judicatura balear, en
los Juzgados permanecen sin resolver entre 20.000 y 30.000 asuntos
debido a la «falta de medios» para hacerles frente. «El ciudadano
tiene la impresión de que la Justicia no es rápida ni efectiva, y
los jueces sabemos que estamos desbordados de trabajo, que nos
falta serenidad para poner sentencias y tiempo para formarnos en
determinadas cuestiones», explicó Barceló en el transcurso de una
rueda de prensa celebrada en la sede judicial de «sa Gerreria».
Añadió que una de las causas de la saturación en los Juzgados es
que la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) ha implantado «con muy
buen criterio», dijo, había implantado de manera obligatoria el
principio de inmediación que exige a los jueces practicar
personalmente las pruebas y hacer los juicios. «El juez tiene una
capacidad horaria limitada, como cualquier ser humano, y se pasa
varias mañanas en las salas de audiencia haciendo juicios, y cuando
no, atiende otras cuestiones o se lleva a casa sentencias»,
explicó. «Hay más demandas que las que un Juzgado puede tramitar. Y
los juicios se van dilatando, más ahora, cuando se espera una
crisis económica que conllevará que haya más casos en los
Juzgados», precisó.
Según Barceló, a los jueces les exigen dictar unas 600
sentencias al año, según el sistema de módulos habilitado por el
CGPJ para controlar el trabajo de los jueces, y que en muchas
ocasiones «es imposible alcanzar esa cifra porque hay casos mucho
más complejos que otros», subrayó. Barceló calificó de «muy
necesario» habilitar nuevos partidos judiciales en varias
localidades de Mallorca, especialmente en Calvià, así como nuevos
Juzgados de Primera Instancia, de lo Penal, Familia y Social. Abogó
por los Juzgados de distrito y los juicios rápidos, y admitió que
con la entrada en vigor de la LEC, «hemos mejorado algo, pero no lo
suficiente y sigue habiendo dificultades», precisó el juez
decano.
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