Cheryl, entre sus hijos, Jennifer y Tom, que quiere seguir los pasos de su padre: ser piloto. Foto: CLICK.

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Los McGuinnes están muy unidos, eso es evidente. Y muy serenos, aunque la procesión va por dentro. «No me gusta hablar mucho de aquel suceso "Cheryl se refiere al del 11-S", pero si lo hago es para animar a otras viudas y otros huérfanos. No hay nada que hacer "dice con la mirada fija en quienes la escuchamos, a punto de saltársele una lágrima" tan sólo seguir viviendo y recordarle.

Aquel día 11 se presentaba como otro cualquiera. Cuando el padre se despidió de Cherly con un beso, los niños dormían tranquilamente, «Mi padre, cuando volaba "dice Tom" se iba de casa muy temprano, sobre las cinco de la madrugada, por lo que no nos despertaba. Ya nos veríamos por la tarde, o al día siguiente». Pero no habría ni por la tarde, ni día siguiente. A primeras horas de la mañana, cuando Tom y Jenifer ya estaban en el colegio, donde destacan por ser excelentes alumnos, llamó un amigo por teléfono.

"«¿Dónde está Tom, en casa... o volando?», escuchó Cherly.
"«Volando "respondió preocupada" ¿Por qué?».
"«¡Ha sucedido algo terrible...! "dijo la voz". Lo están dando por televisión».

Primero, las espantosas imágenes: el avión de American Airlines, una y otra vez, chocando contra la torre; luego, la duda... ¿quién lo pilota?; por último la mala nueva. «El jefe de los pilotos de American Airlines me dio la noticia: el avión que pilotaba tu esposo ha sido utilizado como misil contra las torres por los terroristas». Sacando fuerzas de flaqueza, se acercó al colegio y se lo contó a los chicos. El 11-S no sólo había cambiado el mundo, también sus vidas, pero lejos de hundirse, siguen estando ahí, dando muestras de una enorme entereza y resignación.

Cheryl recuerda que en una ceremonia por las víctimas del atentado, Bush habló con ella y con los niños dándoles ánimos. ¿Que si han estado después del 11-S donde se levantaron las Gemelas hasta ese día, tumba de su marido y de otros miles de norteamericanos? «No, ¿para qué? Ni tengo ganas, ni tampoco hay motivos. Nosotros no necesitamos ir allí para recordar».

Respecto a que todavía Bin Laden sigue libre, la viuda de Tom, echándose la mano al pecho, dice: «Lo que Bin Laden hizo en colaboración con el demonio lo pagará, pues algún día se hará justicia. Esté donde esté, en una cueva, en un edificio, en el desierto, donde sea... Dios, que es muy fuerte, hará justicia», a lo que añade el joven Tom, de 14 años: «Porque Dios controla tanto lo bueno como lo malo que hay en el mundo. Nada escapa a su control. Por eso estamos tranquilos y continuamos viviendo nuestras vidas». Y apostilla, «a pesar de lo que sucedió el 11-S, se ha demostrado que Estados Unidos es un país indestructible. Aquel día, lejos de sentirnos destruidos, sucedió todo lo contrario: América despertó y el país se hizo más fuerte, y los americanos nos sentimos más orgulloso, si cabe, de serlo.»

"¿Sus hijos siempre han sido así?
"Sí. Somos una familia unida y fuerte. Mi marido era un líder familiar, fuerte y comunicativo. No había secretos entre nosotros, sobre todo en cuanto a la familia, Dios, trabajo, estudios, prioridades... Ahora, aunque no le tengamos con nosotros, observo que mis hijos hacen o dicen cosas porque él vive en ellos, y mi orgullo es ver que hacen lo que su padre les enseñó.

"¿Tom fue siempre piloto de línea comercial?
"No, durante doce años fue piloto militar. Volaba en el F-14.
"¿Estuvo alguna vez destinado en la VI Flota?
"No, nunca vino al Mediterráneo, ni a Mallorca. Si hubiera estado aquí seguro que me habría hablado de Tumy.

Saben que hoy prisioneros talibán aguardan juicio en Guantánamo, «pero no queremos opinar nada de este asunto», ni tampoco de lo que opinan algunos sobre los presuntos malos tratos a los que aquellos están sometidos. «Lo único que si diré es que el presidente Bush está haciendo muy bien el trabajo en la lucha contra el terrorismo, además lidera bien nuestro país y cuida a su gente». En cuanto a si cree que si hay pánico en su país ante algún posible ataque terrorista, Cheryl dice «que depende; unos lo llevan con más nerviosismo que otros, depende de cada cual. Nosotros tenemos una enorme confianza y fe en Dios, que nos ayuda en todo, y sobre todo a sobreponernos al sufrimiento». Ayer estuvieron de visita en Sóller y por la tarde dándose una vuelta por el Corte Inglés. Regresan el domingo a Estados Unidos.