TW
0

JUAN MIGUEL LÓPEZ
La defensa de los valores tradicionales comienza en la defensa de la tierra y de los seres vivos que han sido desde el comienzo de los tiempos la razón de nuestra existencia. La sociedad y las costumbres agrarias, tan presentes en la vida de las Islas, han ido dando paso poco a poco a un mundo urbano que destroza día a día a la filosofía rural. Sin embargo, las aficiones relacionadas con el amor a los animales son valores que perduran en el tiempo pese a la modernidad y gracias también a la voluntad de quienes aman esta forma de vida.

Un claro ejemplo de ese cariño a las tradiciones más arraigadas es la Associació d'Aviram de les Illes Balears, que para defender en la medida de lo posible estos valores y por el amor a las aves que profesan, ha decidido organizar el I Campeonato de Aves Autóctonas de las Islas, así como el V Campeonato de Palomos de Razas Autóctonas los días 16 y 17 de febrero.

El evento, que cuenta con la participación del Club Català de Coloms Autòctons y de l'Associació de Criadors d'aus 'El Francolí', se celebrará el próximo fin de semana en el local «Es Liceu» de la Associació Prat d'en Catí de Sant Jordi, que también presta activamente su colaboración. La jornada del sábado comienza a las ocho y media de la mañana con la recepción de animales y acaba más allá de las nueve de la noche con una cena para los criadores. El domingo los actos comenzarán a las diez y acabarán a las cinco con la recogida de aves.

Según afirma el presidente de l'Associació de Aviram, Martí Ferrer, el campeonato servirá para poder presenciar «aves de razas autóctonas de Balears, Catalunya, País Valencià y el sur de Francia», y contará con la presencia de más de 40 criadores de dichos territorios y de la Part Forana. Las especies de palomos que se podrán observar van, según Ferrer, desde las más conocidas como «la casta grossa y l'escampadissa, a la pinta mallorquina, el borino o el gavatxut mallorquí». Y en el caso de las gallinas, se podrán apreciar las cualidades de especies como la mallorquina, la menorquina, el indiot mallorquí, la «ànnera» mallorquina o el «conill pitiús».